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presupuesto 2022

Cortocircuito en el Gobierno por la compra de aviones militares a China

Foto ilustrativa

Luego de la grieta abierta la semana pasada en el gabinete nacional, que derivó en el relevo de varios ministros, las gestiones por la compra de aviones militares a China para la Fuerza Aérea encendieron un cortocircuito entre los titulares de Defensa, Jorge Taiana, y de Economía, Martín Guzmán.

El entredicho surgió porque Guzmán incluyó en el proyecto de presupuesto 2022, enviado la semana pasada al Congreso, la autorización para gestionar un crédito por US$664 millones para adquirir 12 aviones supersónicos JF-17 Thunder-Bloque III, de origen chino, para destinarlos a la vigilancia del control y el espacio aéreo.

La revelación de las negociaciones con China generó malestar en el ministro Taiana, quien aclaró en un comunicado que solicitó la autorización para gestionar el crédito por US$664 millones para la adquisición de aviones caza polivalentes, pero negó que haya decidido realizar la compra a China.

“Se manejan varias alternativas. Estados Unidos, Rusia, Corea del Sur e Israel son otras opciones que se evalúan técnicamente, además de China”, explicó una vocera de Taiana.

Si bien la aclaración estaba destinada a responder un título de Clarín, que informaba sobre las negociaciones con China, en rigor apuntaba a desmentir la oficialización de las negociaciones con el país asiático en el proyecto del presupuesto 2022, reveladas por el Ministerio de Economía.

Por otra parte, cualquier eventual negociación con Estados Unidos sobre el equipamiento militar enfrenta dificultades para la compra de materiales con componentes británicos, como secuela de la Guerra de Malvinas. La resistencia británica se aplica a casos que impliquen un aumento de la capacidad militar de la Argentina.

Evaluación técnica

El ministerio que conduce Taiana expresó oficialmente que el Gobierno “no se ha expedido acerca de la compra de aviones supersónicos de ningún origen y se encuentra en la etapa de evaluación técnico-económica y financiera de cinco alternativas”.

En igual sentido, fuentes castrenses señalaron que la Fuerza Aérea, cuyo jefe es el brigadier mayor Xavier Julián Isaac, solicitó la incorporación de un escuadrón de cazas polivalentes, para efectuar vigilancia y control del espacio aéreo, pero que por el momento no se avanzó más que en las “instancias de análisis iniciales”.

Las previsiones contempladas en el presupuesto 2022 mencionan también la posible compra de vehículos blindados para el Ejército y un buque polar antártico, aunque no se detalla con qué países o empresas se realizarían las negociaciones.

La semana pasada, el Ministerio de Defensa anunció que invertirá $3300 millones para renovar la indumentaria de las Fuerzas Armadas. Recurrirá para ello al Fondo Nacional de la Defensa (Fondef). Se prevé la adquisición de 75.000 uniformes de combate y de uso diario. La producción estará a cargo de 19 pymes seleccionadas en una licitación.

El acercamiento a China en las políticas de Defensa constituye un elemento sensible en la relación del gobierno argentino con Estados Unidos. En julio pasado generó controversia el anuncio del presidente Alberto Fernández de avanzar en la construcción del Polo Logístico Antártico en Ushuaia, un proyecto que suscita resquemores en Washington por la posible participación de Chima en el financiamiento de la construcción de la base y el manejo operativo.

Tampoco son nuevos los choques de la cartera de Defensa con otras áreas del gobierno nacional. Durante la gestión anterior de Agustín Rossi produjo malestar en Chile la Directiva de Política de Defensa Nacional que dictó el presidente Fernández y que incluía al Estrecho de Magallanes como “un espacio compartido” entre ambos países”. Se atribuyó el error a la Cancillería que se comprometió a revisar la instrucción, lo que hasta el momento no se corrigió.

Fuente:La Nación

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