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En el castillo de Windsor

La Reina Isabel II encabezó el sobrio funeral de su esposo Felipe

Solo asistieron 30 personas y se respetaron los protocolos sanitarios. La monarca se sentó sola en la capilla y todos usaron tapabocas.

Respetando su últimos deseos y siguiendo el protocolo, el príncipe Felipe fue enterrado este sábado en St. George’s Chapel del castillo de Windsor, a unos 50 kilómetros al oeste de Londres, y debido a la pandemia solo asistieron al funeral 30 personas, en su mayoría familiares cercanos.

La ceremonia se transmitió por televisión desde las 16 (hora de Inglaterra) y el país guardó a esa hora un minuto de silencio. Tuvo un carácter excepcionalmente íntimo, muy alejado del funeral de Estado que se habría oficiado en otras condiciones.

El féretro del príncipe, cubierto por su estandarte personal, fue conducido desde la entrada principal del castillo de Windsor hasta la escalera de la capilla en un Land Rover que, curiosamente, fue diseñado por el duque.

Tras guardar un minuto de silencio, el ataúd fue portado por ocho militares hasta el interior de la capilla, un homenaje que se rinde a Felipe, quien dejó la carrera militar al contraer matrimonio con la monarca británica.

Le siguió una pequeña procesión a pie en la que primó la distancia social y en la que participaron el príncipe Carlos y su hermana, la princesa Ana, que llevaron el ataúd del duque a la iglesia. El viaje por el interior del castillo duró unos ocho minutos.

Sus hermanos, Eduardo y Andrés, estuvieron detrás de ellos. William y Harry iban después, entre ellos estuvo su primo Peter Phillips. Ninguno usó el uniforme militar. Y detrás de ellos estuvieron los últimos miembros de alto rango de la familia real británica, el esposo de Anne, el vicealmirante Tim Laurence, y el conde de Snowdon, hijo de la princesa Margarita.

Los miembros de la realeza que no participaron en la procesión, como la duquesa de Cornualles, Camila Parker Bowles, y la duquesa de Cambridge, Kate Middleton, se unieron a la monarca de 94 años para ver el desfile fúnebre. Esto también incluyó a los parientes directos del lado del duque que están presentes, incluidos los sobrinos nietos de Felipe, el príncipe heredero de Baden y el príncipe de Hohenlohe-Langenburg.

Un grupo de los Royal Marine fue el encargado de cargar el féretro y llevarlo hacia el altar tras sonar el himno nacional. Se trata del cuerpo militar en el que Felipe de Edimburgo sirvió durante años y en el que llegó a ser teniente durante la Segunda Guerra Mundial. Las medallas y condecoraciones del duque se colocarán previamente en cojines en el altar de la capilla.

Los responsables de oficiar el funeral privado son el arzobispo de Canterbury, Justin Welby, y el decano de Windsor, David Conner.

“Recordamos las distintas maneras que nos ha inspirado, y ha acompañado a la Reina Isabel II. Por su coraje, fuerza y fe. Nuestras vidas han sido enriquecida por sus valores”, dijo el arzobispo al iniciar el servicio. Se leyeron pasajes de la biblia para despedir al consorte y sonó William Smith, The Lord’s Prayer y John Day Certain Notes.

Isabel II, como los convocados, usó una mascarilla y se sentó sola. El funeral finalizó con la encomendación del decano, siguiendo el rito tradicional. Al finalizar la ceremonia, el féretro fue llevado a la Bóveda Real, donde permanecerá provisionalmente hasta la muerte de la Reina, cuando serán enterrados juntos.

Fuente: Infobae

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