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El avance de la enfermedad

En Argentina hay un muerto por coronavirus cada 65 mil personas

Las muertes hoy representan el 2,93 % del total de casos del país. Para hacer una comparación con el promedio mundial, donde hay países con cuarentenas más o menos laxas, el porcentaje de muertos ha sido hasta el momento del 5,73%

Tres meses después de declarada la pandemia local, la Argentina tiene hasta el último parte difundido este lunes 670 muertes, con 22.794 infectados.

Las muertes hoy representan el 2,93 % del total de casos del país. Para hacer una comparación con el promedio mundial, donde hay países con cuarentenas más o menos laxas, el porcentaje de muertos ha sido hasta el momento del 5,73%. Si aplicáramos esa proporción a la Argentina, ahora habría en el país 1.261 muertos.

Sin embargo, es improbable que con una cuarentena más flexible la cantidad de contagios se hubiera mantenido como hasta ahora. Es factible que el número de casos positivos hubiese crecido más rápido y entonces la cifra de muertos hubiera hecho su acompañamiento.

En esta paleta heterogénea de estrategias contra el virus a nivel mundial, hay modelos más o menos cerrados de aislamiento y cuarentena, y mayor o menor cantidad de testeos. Una serie de escenarios. Y es tentador hacer la pregunta: ¿cuál hubiera sido el resultado a partir otros modelo contra el virus en la Argentina?

En nuestro país la proporción de muertos al día de hoy es de uno cada 65.671 habitantes. Para graficarlo, en una cancha de River llena de gente sólo uno de los espectadores allí presentes habría muerto por esta enfermedad. Hoy hacen falta 660 canchas de River repletas para obtener los muertos registrados. Si bien la cifra de decesos seguirá subiendo, la incógnita es cuánto y con qué rapidez. 

Lo que se sabe con alguna certeza es que por ahora la cantidad de fallecimientos se ha mantenido relativamente estable a pesar de que la tasa de duplicación de contagios de coronavirus ha mostrado una aceleración en las últimas semanas, sobre todo en la Ciudad y el GBA. ¿Pero cómo es la relación entre muertos y cantidad de habitantes en otros países de la región?

Brasil, el país más populoso aunque no el más densamente poblado, se ubica en el otro extremo de la férrea cuarentena argentina. Allí al día de hoy tienen 1 muerto cada 5.628 habitantes (37.312 decesos declarados sobre 210 millones de brasileños). Si esa ecuación se trasladara al tamaño de la población argentina, el número de muertos sería de 7.818.

Hablamos de países de la región en los que la pandemia aterrizó más o menos al mismo tiempo. El caso de Chile es paradigmático. Allí hubo cuarentena, pero no tan estricta como en la Argentina. Tuvieron hasta ahora 2.264 muertos sobre un total de 19 millones de habitantes. Eso es 1 muerto cada 8.392 personas, lo que aplicado a nuestro país hubiera representado al día de hoy 5.243 muertes.

Un caso testigo es Colombia. Cuando recién comenzaba la cuarentena en la Argentina, las cifras de contagiados y de muertos con ese país marchaban parejas. Y lo estuvieron durante varias semanas. Hasta que los números colombianos empezaron a despegar. Hoy suman allá 1.259 muertos sobre un total de 48 millones de habitantes. Eso significa 1 muerto cada 38.125 personas, lo que en la Argentina sería el equivalente a 1.154 muertos.

En el caso de Perú, se decretó también un extenso aislamiento, pero su cumplimiento fue dispar. Allí, con 33 millones de habitantes, suman en este momento 5.465 muertos. Hay uno cada 6.038 habitantes, lo que trasladado a la Argentina sería un total actual de 7.287 muertos.

Uruguay es un caso aparte, porque tiene apenas 3 millones de habitantes, la misma cantidad de gente que vive sólo en la ciudad de Buenos Aires. En Montevideo hay poco más de un millón de personas. Con esos niveles de población, allá la cuarentena light no sufrió las consecuencias que tuvo en otros lugares del planeta: cuentan apenas 23 muertos. Es uno cada 130.434 personas. El equivalente en Argentina sería 337.

Un escenario parecido se da en Paraguay, donde después de una cuarentena estricta de más de 44 días se decidió pasar a otra “inteligente”. Allí lograron acumular apenas 11 muertos declarados sobre un total de 7 millones de habitantes, esto es, uno cada 636 mil personas. Trasladado a la Argentina, serían 69 muertos. La diferencia es que la zona de mayor concentración poblacional de ese país, Asunción, tiene 525 mil personas.

En Bolivia se decidió levantar la cuarentena a comienzos de junio y volvieron a crecer no sólo los contagios, sino también -y eso es lo que más preocupó a las autoridades- las muertes. Al día de hoy, suman 465 muertos sobre una población de 11.350.000 habitantes. Eso implica un muerto cada 24.408 personas. Si se trasladaran esas cifras a nuestro país el saldo sería de 1.802 muertos.

En el caso de México, país que tampoco ha decidido aplicar una cuarentena estricta y en el que por bastante tiempo circuló el virus sin control, la cifra de muertos ha llegado a 13.699, sobre un total de 126 millones de habitantes. Se trata de un muerto cada 9.197 mil personas. Eso en la Argentina significarían 4.784 fallecidos.

Hacer comparaciones con países de Europa no sería pertinente en este momento, porque allí la pandemia empezó antes y la cantidad de muertes se ha acumulado durante más tiempo. Además, si se considera casos como los de Italia y España, en los que las cuarentenas se establecieron cuando ya existía circulación comunitaria del virus, el cotejo sería dispar.

Un ejemplo de cuarentena efectiva y pandemia controlada, según las cifras oficiales, sería el de China, país de origen del virus que ahora tiene sólo 67 casos activos. Con 1.395 millones de habitantes ha logrado contener las muertes en 4.634. Esto es 1 muerto cada 3 millones de habitantes. Con esa proporción, en la Argentina ahora debería haber apenas 14 muertos.

Estados Unidos, donde el presidente Donald Trump ha buscado negar los efectos del coronavirus en la población, lleva hasta el momento un registro de 112.640 muertes sobre una población de 328 millones de habitantes. Representa un muerto cada 2.911 personas. Eso replicado en la Argentina daría un total de 15.115 víctimas fatales.

Canadá viene anunciando desde abril, con una dosis alta de realismo, que espera una gran cantidad de muertos para los próximos meses. Allí los fallecidos han llegado a los 7.830 sobre una población de 37 millones de habitantes. Esto representa un muerto cada 4.725 personas, lo que en la Argentina sería el equivalente a 9.312 muertos.

​En suma, si pudiéramos establecer un “índice cancha de River” para dimensionar la cantidad muertos por coronavirus en cada país puestos en contexto, arrojaría al día de hoy lo siguiente: Estados Unidos tendría allí 20 muertos; Canadá, 12; Brasil, 10; Perú, 10; Chile, 7; México, 6; Bolivia, 2,5; Colombia, 1,5; Argentina, 1; Uruguay, 0,5; y Paraguay, 0,1.

La pandemia suele afectar más a los países con mayor cantidad de grandes centros urbanos. La densidad poblacional es veneno para el distanciamiento. Una de las ventajas de la Argentina como antídoto ante los contagios es tener grandes extensiones de superficie deshabitadas.

​Otra clave son los testeos masivos, algo que algunos países han logrado aplicar mejor que otros. En la Argentina, tras un primer periodo de cuarentena sin poder usar esa estrategia por falta de insumos, comenzaron a realizarlos tanto en barrios vulnerables de la Capital y del Conurbano -en los que la cuarentena en el hogar es más difícil de sostener-, como ahora en barrios de clase media porteños que manifiestan la mayor cantidad de contagios.

Identificar y aislar a las personas con Covid positivo parece ser hasta el momento la opción más efectiva para mantener atado al coronavirus y demorar todo lo posible que los casos de circulación comunitaria sobrepasen a los que se dan por contactos estrechos. Es decir, poder conocer -la mayoría de las veces- quién contagió a quién.

Por otro lado, el relajo indiscriminado de la cuarentena puede tener consecuencias por vías diferentes. Por un lado, la cantidad de nuevos contagios que se producen por la mayor interacción entre la gente. Por otro, cuando esas medidas de aislamiento dejan a las poblaciones más vulnerables expuestas se eleva automáticamente la cantidad de muertos. Eso satura los sistemas de salud, lo que a su vez retroalimenta la acumulación de decesos: los que deben ser internados no pueden ser atendidos y eso atenta contra la recuperación.

(Fuente: Clarín)

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