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Amelita Baltar, en La Brújula 24: “El tango llegó a mi vida casi por casualidad”

Se llama María Amelia Baltar, pero todos la conocen como Amelita, dueña de un talento único e irrepetible, capaz de interpretar las canciones más simples con una impronta que solo alguien con su calidad puede lograr, incluso alcanzando ser transversal a las distintas generaciones que han vibrado con su música.

LA BRÚJULA 24 se dio el verdadero gusto de poder conversar con la artista que sigue vigente y que, en primer término, reveló cómo está viviendo el confinamiento: “Debo ser un espíritu privilegiado o una loca linda por no sufrir los efectos que para muchos resultan negativos de la cuarentena. He leído cinco libros, cuido mis plantitas y miro series”.

“Soy una mujer muy poco salidora, entonces no me preocupa tener que quedarme en mi departamento o subir a la terraza donde tengo mi piano y el material para las actuaciones o todo lo que uso para el programa de radio, que algún día volverá”, se esperanzó, en su charla con el programa “Una Buena Razón”.

Sobre las inquietudes que le generan este presente, admitió que “uno no sabe qué es este virus, entonces no se sabe lo que es correcto. Acá, con la cantidad de habitantes que hay, los comerciantes lloran porque tienen que cerrar definitivamente sus negocios. El Señor mandó algo para que, cuando se vaya, nada quedará igual. En mi caso particular trato de apoyarme en la lectura de la Biblia”.

“Se me pegan melodías que por ahí escucho. El otro día me enviaron por Whatsapp un tema de Charles Aznavour y me tuve que tomar más Alplax que de costumbre para dejar de tararearla y poder dormir. A veces se me pega cada bodrio, pero son las melodías más pegadizas”

“Pese a estar encerrada, me cuido el pelo, no me gusta verme mal de aspecto. Como buen a libriana, tengo algo con la estética, aunque no sé si llamarlo elegante. Abro la ventana y veo una mujer desaliñada y pienso ‘por qué no se arregla el peinado’ o ‘cómo se pone esos anteojos’, siempre fui igual, no porque esté vieja”, agregó Amelita en otro tramo de la entrevista radial.

Y recordó sus inicios: “Todo comenzó con el folklore, desde los 15 años, cuando estudiaba música con la guitarra y el canto. También interpretaba boleros, pero nunca tango, que llegó a mi vida casi de casualidad. Solo mi papá escuchaba ese género. Hasta que me presentaron a Piazzolla que me llevó a hacer ‘María de Buenos Aires’. Siete años después, cuando me separo de él, me dice que tenía que hacer los tangos emblemáticos y tradicionales por mi voz. Y fue allí que me puse a estudiar”.

Escuchá la entrevista completa

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