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Los emotivos encuentros de Carmen Barbieri y Fede Bal, entre cuarentena y quimioterapia

“Lo veo a través de videollamada, hablamos todo el tiempo, pero el momento en el que nos vemos cara a cara es cuando va a la sesión de rayos y quimioterapia que pasa por casa y lo veo desde la puerta, a través del vidrio del auto”, contó Carmen.

Hace un mes atrás, Federico Bal, sin demasiados preámbulos, contó que tiene cáncer de colon. Abrió su corazón para exteriorizarlo, pero también para declararse fuerte para encarar este momento. Días más tarde, el 25 de marzo, el artista comenzó con el tratamiento en el Instituto Fleming y desde entonces acude todos los días para dar pelea. En el medio, el aislamiento obligatorio que hace todo mucho más complejo. En tiempos como estos, en los que tal vez el apoyo de alguien cercano es necesario, él va solo desde su casa al Instituto, con sus pensamientos a cuesta.

Del otro lado hay una madre que anhela que cuarentena finalice para poder estar junto a él. Carmen Barbieri y Fede mantienen una relación muy estrecha. En medio de pérdidas familiares significativas y momentos enmarañados, se contienen mutuamente. Hoy esa situación no se puede darse y Barbieri, esa mujer que siempre se muestra fuerte y entera, tambalea. Necesita abrazarlo, tenerlo cerca, y no lograrlo es difícil. Pero se las rebusca, busca la manera de brindarle su apoyo en los momentos que corren.

Hay un solo momento del día en el que se ven, a lo lejos, como si se tratara de una película. Una trama angustiante, pero que por un segundo se transforma en esperanza. Allí el corazón tale de manera distinta más allá de todo y de cómo se da. Sucede que desde que le diagnosticaron la enfermedad, en medio de la cuarentena, inmediatamente, se transformó en paciente de alto riesgo. Por ende, los cuidados son mucho más rigurosos. “Lo veo a través de videollamada, hablamos todo el tiempo, pero el momento en el que nos vemos cara a cara es cuando va a la sesión de rayos y quimioterapia al Fleming, que pasa por casa y lo veo desde la puerta, a través del vidrio del auto”, confesó la artista.

Federico Bal (Foto: Instagram)

Más allá de mostrarse entera y fuerte, con la frente en alto para estar de pie frente a su hijo, hay momentos en el que se quiebra. Todo lo que la rodea no ayuda ni colabora. “Fede me dice siempre que soy una leona, pero por dentro no doy más. ¿Vos entendés que no puedo abrazar a mi hijo? ¿Sabés lo que significa no poder contener a tu hijo en un abrazo de madre, lleno de amor, de esperanza, de coraje? Es muy duro, es muy duro”, le relató la artista a Caras.

El apodo que le puso su primogénito por estar cerca de su padre, Santiago Bal, y que ella lleva con orgullo y lo repite cada vez que puede, da muestra de su carácter, de la manera e integridad con la que se levanta de los golpes que le da la vida. A quien fue su marido le puso el hombro en más de una oportunidad, incluso, cuando no estaban juntos. Fue su sostén sin pedirle nada a cambio ni hacer demasiadas preguntas. Siempre apostó porque era el padre de su hijo y eso fue lo más importante.

Ahora le toca luchar de nuevo, esta vez, los sentimientos son otros, el que está enfrente de una lucha es esa persona a la que tuvo en su vientre y vio dar sus primeros pasos. “Me siento desgarrada por dentro, obvio que estoy fuertísima para afrontar el tratamiento con Fede. Pero no te olvides que a mí la vida me viene castigando desde hace dos años, primero se murió mi mamá, al año siguiente se murió Santiago, y empezamos este año con el cáncer de Fede. ¡Es mucho! No termina de cerrar una herida que ya aparece otra”, culminó.

(Fuente: Infobae)

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