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EL FLAGELO DE LA DROGA

Padre Pepe: “Bahía tiene sus problemas, pero está a tiempo de recuperarse”

José María Di Paola visitó la ciudad en el marco del programa “Ni un pibe menos por la droga”. Es uno de los fundadores y actual presidente de la Federación del Hogar de Cristo, que inauguró Bergoglio.

José María Di Paola, conocido como Padre Pepe, estuvo en las últimas horas en Bahía participando del itinerario del programa “Ni un pibe menos por la droga”. Es uno de los fundadores y presidente en ejercicio de la Federación del Hogar de Cristo que inauguró Jorge Bergoglio, actual Papa. La organización está cumpliendo 15 años de labor en una lucha sin cuartel contra la droga y por la recuperación de adictos. De ahí que se esté recorriendo todo el país para masificar una problemática que nos atañe a todos.

“La Argentina de hoy está destratada, no hay trabajo y los barrios populares están atravesados por la violencia. Hasta hace unos 50 años atrás había 4% de pobreza, uno podía transitar libremente y dejar a sus hijos jugando en la calle; todo eso cambió, estamos en una sociedad que ha decaído en su calidad de vida y las adicciones se meten como refugio, para abstraerse de la realidad”, expresó Di Paola a La Brújula 24 y auguró que “si los gobiernos lo toman en serio y ponen la problemática en primer lugar, es posible un cambio”.

“Mirábamos Colombia o México y los problemas ‘estaban allá’ cuando, en las villas de Buenos Aires, los problemas eran otros. Lo que era tan lejano se transformó en un negocio. Por eso el lema que elegimos propone replantearse el tema; el Estado debe hacerlo y no sólo por el ataque contra los narcos sino por ese pibe que se droga y que no tiene destino en su vida”, explicó en el programa “Una buena razón”.

El Padre Pepe reunido en Bahía Blanca.

Consultado sobre el grupo que trabaja contra el flagelo en esta ciudad, el Padre Pepe afirmó que “en Bahía hay un grupo fenomenal”. “Son tipos que tenemos que apoyar porque vale la pena. Aprecio mucho a esa gente. Bahía tiene sus problemas pero creo que está a tiempo de poder recuperarse de varios temas. Las ciudades del interior tienen más posibilidades que los conurbanos y se está más a tiempo que en otros lugares”, amplió.

Di Paola ratificó su esperanza en un vuelco que le permita a la sociedad distanciarse de la droga. “Por algo soy hincha de Huracán…tengo mucha esperanza. Nosotros no nos quedamos en la medición que se haga diciendo que de cada mil que ingresan en la droga nosotros salvados a dos”, mencionó.

“Me preocupa que sectores de la sociedad y de los gobiernos piensen que legalizando la marihuana encuentran un camino de liberarse del narcotráfico. Lo que hacen es acercar más fácil la droga a los pibes. Y la marihuana actual no es la que fumaban los hippies”, advirtió.

Adónde se puede acudir por el tema adicciones en Bahía

En otro orden Enrique González, integrante de Casa de Belén y el Hogar de Cristo, la misma a la que pertenece el Padre Pepe, habló más temprano con este medio durante la emisión del programa “Hoy también”.

“Estamos haciendo una peregrinación por todo el país. Siempre los cristianos decimos que peregrinar es caminar con esperanza, poder transformar los dolores en alegría y no sólo una marcha, que es una queja, y lo que nosotros proponemos es la esperanza de poder cambiar la realidad y que valga la pena vivir. Nuestro trabajo es enamorar a los pibes de la vida”, indicó.

“Vamos a la situación más rota, esa situación que nadie quiere abordar desde una institución. Son personas que por todos sus dolores, sus roturas, porque desde muy chicos han sufrido un montón de violencia; son personas que rompen en el lugar que entran, no van a seguir una pauta y van a generar enojo y van a estar enojados con toda ayuda que uno pueda invitarlos a vivir. Nuestro trabajo es desde recibir o salir al encuentro para ir encontrándonos con esta realidad y animar a que pueden tener una vida que valga la pena; no necesitan estar enojados todo el tiempo y que pueden transformar ese dolor en vida. En ese proceso modifican la vida de muchos otros; tienen más potencia porque han sufrido mucho más”, añadió González.

En Bahía funcionan dos centros barriales, en el centro y el Noroeste. En cada uno hay 400 inscriptos que concurren a esos espacios de manera ambulante.

“Tenemos talleres para usar la palabra, para revincularse y otros relacionados con cuestiones laborales: radio, expresión escrita, sublimación e impresión, y deportes. Son excusas para encontrarnos con que vale la pena vivir. Eso nos da pie a salir y para ir acompañando el dolor de encontrarnos con realidades como que no tengo para comer, que nadie me da trabajo o que no me ‘banco’ a nadie”, dijo y agregó: “A veces es acompañar en el hospital porque están intoxicados y otras en la calle para apuntalar el ritmo de su vida”.

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