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FIEBRE MUNDIALISTA

En Salta está la camiseta más grande de la Selección

La creación es obra de una familia de un municipio de Orán. Mide 15 metros de largo por 15 metros de ancho y pesa 45 kilogramos.

“La primera que hice fue una locura mía que se me ocurrió con la familia”. Así cuenta José Castillo, del municipio de Hipólito Yrigoyen, en el departamento Orán, sobre la idea que en 2014 lo llevó a hacer la camiseta argentina más grande del mundo que fue presentada en un acto de la ciudad que se hizo el 29 de junio, mientras se desarrollaba aquel Mundial. Esa camiseta de seis metros de largo por cinco de ancho, “a manga abierta”, fue la primera.

“’Algún día voy a hacer una más grande’, dije después”, recordó Castillo. Pero en 2018 no fue posible. Este año, después de cuatro días de “intenso trabajo”, Castillo y su esposa, Silvia Méndez, junto a sus hijos, lograron terminar la camiseta más grande de la Selección, de 15 metros de largo, 15 de ancho de manga a manga, y con un peso de casi 45 kilogramos.

El sábado, cerca de las 18.30, con el himno nacional de fondo y con una temperatura que no bajó de los 38 grados, izaron la camiseta en el mástil de la Plaza Independencia, la principal de Hipólito Yrigoyen, ubicado a 260 kilómetros de la capital salteña. “Ni el partido pudimos ver. Solamente logramos fijarnos en los goles”, dijo Castillo al contar a Salta/12 sobre las jornadas de trabajo intenso que en algún momento Silvia pensó en abandonar porque “se enredaba con los recortes y con toda la tela”.

Los 150 mil pesos que costaron los siete rollos de tela para hacer la camiseta salieron de la venta de un auto. A diferencia de la confección de la primera camiseta, que tuvo métodos más artesanales, en esta segunda vuelta contaron con una impresora tipo plotter para trabajar en las letras, el número, y las ilustraciones.

Del lado izquierdo aparece la marca de la empresa familiar: “Silvia Confecciones”. En el derecho, al escudo de la AFA y las dos estrellas que representan los mundiales ganados, el de 1978 y el de 1986. “Ya tengo la idea de la tercera”, dijo José con un halo de esperanza.

“Yo corto la tela y ella cose”, contó José al comentar sobre la división del trabajo entre Silvia y él. Con el tiempo lograron adquirir la plotter, que le permite imprimir directamente con una plancha. Así se realizaron las impresiones en la última gran camiseta. En la anterior, contó, “tuvimos que hacerlo con un pincel”.

Fuente: Página 12

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