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el impacto de la variante ómicron

Así es el trabajo voluntario de una argentina en Angola

Tenía intenciones de volver justo cuando el descubrimiento de la nueva variante del coronavirus puso en alerta a todo mundo.

Julia Villegas tomó una decisión hace casi un par de años que estaba en su corazón desde algún tiempo atrás: hacer trabajo voluntario fuera del país. Estaba cerca de cumplir los 30 años y gracias a su terapeuta dio con los contactos necesarios para llegar a Angola, en el sur de África, donde dicta clases, asesora a jóvenes, organiza actividades comunitarias y mucho más.

“Desde chica estoy involucrada en actividades sociales algunas veces religiosas, otras a nivel personal. Era un sueño grande hacer un voluntariado en el extranjero que fue quedando. Estudié diseño de indumentarias, después hice un magister de diseño, la misma actividad te va llevando para otro lado pero salió en una de las sesiones de terapia y era hacerlo en ese momento o nunca”, dijo en el programa Nunca es Tarde que se transmite a través de La Brújula 24.

Villegas tenía intenciones de volver a Argentina esta semana, justo cuando el descubrimiento en Sudáfrica de la nueva variante del coronavirus, llamada Ómicron, puso en alerta a todo mundo y se cancelaron los vuelos desde ese país.

“Me enteré de la variante porque pensaba viajar y me suspendieron los vuelos. Hoy en Angola hubo 10 casos de Covid y ninguno de la variante. Ha sido injusto que se hayan cerrado fronteras con todos los países del sur de África. Claramente Angola tiene mucho contacto con Sudáfrica, pero siguen siendo muy pocos los casos de Covid que tenemos con respecto a muchos otros países”, agregó la voluntaria.

Para Villegas ha sido una experiencia impactante llegar a un país y encontrarse con una pandemia, que ha dejado menos muertos que otras enfermedades como el paludismo o la tuberculosis, ambas también prevenibles con vacunas.

En Angola se han reportado desde el inicio de la pandemia de coronavirus, unos 65 mil contagios y 1.733 fallecidos. “Desde enero a mayo ya han fallecido más de 5.500 personas de malaria, el conocido paludismo. Claramente se necesitan otras vacunas acá (además de la del Covid). La embajada de Argentina ha ayudado para que lleguen y la llegada de vacunas es bueno porque ayuda a la población a entender lo importante que es la vacunación”, señaló.

Agregó que una de las mayores causas de muertes que tiene Angola es la tuberculosis y que ella misma hace poco se tuvo que hacer un análisis para descartar si la había contraído porque estuvo en contacto con personas contagiadas.

Ella misma ha experimentado lo que es sufrir las enfermedades que afectan al resto de la población, en parte por las condiciones sociales y sanitarias de la zona donde vive, en Luanda, la capital angoleña. Relata que ha sufrido ocho veces paludismo, también dengue y tos ferina, además de Covid.

“Vivo dentro en un barrio que se llama Lixeira, que significa basura. Es literalmente eso, que empezó como un basurero y luego como asentamiento urbano y hoy está mezclado. No tenemos agua corriente, las venden en bidones que se traen de algún río. No tenemos cloacas, así que el agua de las casas se tira a las calles que no son asfaltadas”, comenta sobre el lugar donde hace su trabajo voluntario.

Villegas dijo que “cerrar la puerta a un país como Angola es también hacerle perder mucho económicamente. El año pasado cuando empezó lo del Covid, donde yo vivo que hay mucha pobreza y no ingresaban alimentos, los precios se dispararon. Sumale productos faltantes en los supermercados, no tenías nada”.

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