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tras cercar el autoservicio

“Solo me quedaba hacer justicia por mano propia”

Andrés Martínez explicó el conflicto que mantiene en el intento de recuperar el lote para ampliar la estación de servicio del Patagonia.

El revuelo que se desató el sábado por la mañana, a partir de la decisión del dueño de la estación de servicio del barrio Patagonia de clausurar el autoservicio que se encuentra pegado sobre calle Pilmayquén, utilizando las chapas del techo para armar una suerte de cerco en el ingreso, a partir de una deuda en el alquiler y un contrato vencido.

Andrés Martínez es el dueño de la Axion y, en diálogo con LA BRÚJULA 24 aclaró lo que sucede, un verdadero escándalo de proporciones que sacude a todo el sector: Cuando me separé de mi ex socio, me senté con el matrimonio que nos alquilaba en La Posta para avisarle que firmaba un contrato nuevo con la petrolera y tenía que hacer una serie de obras”.

“Esto es todo una misma partida, la cual es de nuestra propiedad. El contrato de alquiler vencía y de palabra les dije que se queden hasta diciembre. Llegó fin de año y vinieron con un contrato que no tenía validez. Allí comenzaron idas y vueltas, el juicio por desalojo. Incluso se acercó la oficial de Justicia que reconoció que el contrato estaba vencido”, enfatizó Martínez, en su charla con el periodista Germán Sasso.

En tal sentido, admitió que “el costo de no poder hacer esta obra en tiempo y forma me hace estar tomando riesgos muy altos para con la petrolera. Hice justicia por mano propia porque no me quedaba más alternativa, tomando decisiones que no eran las más acertadas, pero sí las más efectivas. Contraté gente para desarmar el techo del local y con ese material armé el cerco de obra”.

“Ahora tenemos que demoler las paredes y sacar la mercadería. Vendrá un escribano a hacer un inventario porque no quiero nada de lo que hay adentro. Si ellos no quieren llegar a un acuerdo y pagar la muchísima plata que deben para llevarse lo que es de ellos, se lo donaremos a un comedor con el que siempre colaboramos y tomaré una parte de lo que me deben como parte de pago”, indicó en otro segmento de la entrevista radial.

Paralelamente, recordó que “en octubre del año pasado debieron actualizar el valor, pero no lo hice porque en diciembre supuestamente se iban. Uno tiene códigos, otros no los tienen y las cosas terminan de esta manera”, al tiempo que señaló: “El sábado apareció la pareja, me prepoteó, me amenazaron con matarme ante la mirada del abogado. Traté de mantenerme frío pero es difícil. Fue un mamarracho”.

“Había que darle un corte definitivo al tema, algo que finalmente hicimos. Tengo gente que está custodiando el lugar. Allí no puede entrar nadie hasta que se haga la demolición. Las cosas que están adentro no me pertenecen y no las quiero, por eso me quiero deshacer de todo eso. En el lugar irán surtidores porque cambia la disposición de la estación de servicio”, añadió Martínez.

Por último, sentenció: “La Policía hizo lo que correspondía, llamando a Fiscalía quienes dijeron que en el momento no se podía demostrar si yo era el dueño o la persona que quería entrar era la inquilina. Por eso solicitaron que todo se mantenga tal como estaba. Mi abogado me asesoró, diciéndome cuáles eran las consecuencias de lo que resolví hacer”.

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