Empezó “la rosca” en Bahía

La política bahiense comienza a mover el tablero

La política bahiense comienza a mover el tablero. Casi subrepticiamente, en varios sectores hay reacomodamientos internos y nombramientos. Muchos de ellos son de cara a las próximas legislativas.

Uno de los que empezó a hacer bulla es exnaranja Iván Budassi. Actual Director Nacional de Análisis Estratégico y mano derecha del superministro Gustavo Beliz.

El abogado vuelve al pago chico con la excusa de lanzar una “convocatoria de proyectos para el desarrollo armónico con equilibrio territorial” y “financiar proyectos con impacto demográfico en zonas poco pobladas del país”. La idea suena interesante, pero en el peronismo nadie deja de pensar en el armado de listas. “Si reaparece ahora, es obvio que buscará pelear algo en las próximas elecciones”, resume un viejo dirigente.

Budassi siempre fue tildado de “gorila”, aunque la realidad indica que siempre los gobiernos peronistas, tanto a nivel provincial como nacional, lo consideraron y tuvo puestos de altísima responsabilidad: fue 1 de ARBA y 3 de la AFIP.

En tanto, por estas horas se busca el candidato para designar en un puesto nuevo. Es que la Agencia Provincial de Violencia en el Deporte tendrá una delegación regional, que abarcará todo el sur bonaerense, y está buscando la persona para el cargo. La semana pasada, según pudo saber esta sección, desde los altos mandos del Ministerio de Seguridad lo tentaron al exfiscal Christian Long que rechazó el ofrecimiento. Veremos quien será el elegido. Hay tironeos para ver qué línea del peronismo local se lo queda.

En una de las sedes de la Anses local también hubo movimiento. Sergio Massarella dejó el cargo por “razones personales”. Hay cambio de nombres, pero no de sector político, ya que el reemplazante también saldrá del riñón del senador Marcelo Feliú.

En Alsina 65 también hubo movimientos. Fue removido Diego Nadal, que estaba a cargo de la Central de Comunicaciones y Emergencias 107 fue reemplazado por una joven proveniente del radicalismo llamada Romina Cazenave y pertenece a la mesa chica del director de Seguridad Emiliano Álvarez Porte.

Sabor a nada

En Bahía, la falta de fiscales en la Justicia bonaerense ya es insostenible. Los funcionarios que deben atender sus UFIJs y subrogar otras están saturados. Y no es bueno que personas que tienen semejante responsabilidad, como es investigar y llevar a juicio los casos policiales, no puedan trabajar con cierta comodidad.

La semana pasada los títulos de los diarios indicaron que el gobernador Axel Kicillof envió 40 pliegos al Senado para ocupar cargos de jueces y defensores en diversos fueros y departamentos judiciales. Para el de Bahía solo se anunció un pliego para el puesto de un juez de la Cámara Civil y Comercial. Pero de los fiscales, ni noticias.

Según pudo averiguar Bahía Indiscreta, actualmente en el departamento judicial de Bahía Blanca están sin titulares cinco fiscalías de mayores y dos del fuero de minoridad. Además, como si fuera poco, cabe recordar que la doctora Paula Pojomovsky, de la Fiscalía N° 15, presentó su renuncia para asumir como secretaria del Tribunal Oral Federal. Es decir que, en total, son ocho los cargos faltantes.

Insostenible.

Día de asunciones

El pasado sábado asumieron, de forma virtual, por supuesto, las nuevas autoridades del Comité Radical de Bahía Blanca. Estamos hablando de su presidenta, Silvina Cabirón; el vice Jorge Giorlandini y el secretario general Fabián Val.

En el zoom estuvieron presentes el diputado nacional Mario Negri, los tres legisladores radicales de la Sexta, Anahí Bilbao, Emiliano Balbín y David Hirtz; el politólogo Andrés Malamud; y por supuesto, el presidente y la vice del radicalismo bonaerense, Maximiliano Abad y Érica Revilla; y el ex vicegobernador Daniel Salvador, entre otros. También asistieron los “opositores” Gabriela De Nápoli y Martín Salaberry.

Entre los invitados de la coalición de Juntos por el Cambio, se pudo ver al intendente Héctor Gay y algunos de sus funcionarios, como el secretario Pablo Romera, y el secretario de Gobierno, Adrián Jouglard, además de varios concejales del Pro. También asistieron el senador de la Coalición Cívica, Andrés De Leo, junto a los ediles del espacio que lidera Elisa Carrió.

Autoritarismo

Este 7 de junio se celebra el día del periodista. El periodista, para ejercer como tal, necesita ante todo libertad para poder expresarse sin temor a persecuciones o censuras. Bueno, parece que el Club Olimpo no piensa lo mismo: este fin de semana le negaron la acreditación para cubrir partidos al periodista deportivo Joaquín Álvarez Bayón.

“Tengo orden de no acreditar a nadie de La Brújula. Son órdenes del presidente”, fueron las palabras de un empleado de la entidad. La arbitrariedad y la tiranía son muy comunes en el mundo del fútbol. Todavía muchos siguen alimentando esos códigos.

Aunque no se explicitaron las razones en un principio, un allegado a la dirigencia luego expresó “a los amigos todo, a los enemigos nada. Y ustedes son enemigos por haber tratado el tema Abaurre. Esta es la venganza”. De ser así sería aún más demencial y autoritario.

La Brújula 24 en su momento destapó la olla maloliente en torno a la salida del entrenador de fútbol. Todos en el club sabían porque se había provocado la abrupta salida, recordemos que fue confirmado un lunes y el martes era eyectado. Los jugadores revelaron ante periodistas de este diario las razones. Todo en off, porque los “códigos” del fútbol ordenan eso. Silencio cómplice. El que se atreve a romper esa omertá es un “traidor”.

Mientras para algunos lo que sucede en el vestuario, queda en el vestuario. Para La Brújula 24 no. Y aunque por ahora todo siga tapado, tarde o temprano la cosa explota. ¿Se animarán a decir aquellos que callaron que la salida del entrenador fue una cuestión estrictamente futbolística? ¿Los que sabían de reuniones en un edificio de calle España se olvidaron?

Negarle la posibilidad laboral a un periodista es antidemocrático, en todo caso. Si uno considera que el periodista miente o difama tiene la posibilidad de recurrir a la Justicia. Nunca la censura previa, propia de regímenes dictatoriales.