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La mamá de Úrsula en LA BRÚJULA 24

“Le prometí a mi hija que no iba a descansar hasta hacer justicia”

Patricia Nassutti brindó un desgarrador relato sobre los últimos minutos de esta joven que fue brutalmente asesinada en la localidad de Rojas.

Totalmente quebrada por dentro, pero tratando de ser fuerte para continuar con una lucha que, lamentablemente, acaba de comenzar.

Patricia Nassutti atraviesa por la peor de sus pesadillas desde el pasado lunes, cuando su hija, Úrsula Bahillo, fuera brutalmente asesinada por su ex pareja, el policía Matías Ezequiel Martínez, en la localidad de Rojas.

Con la voz entrecortada, Patricia brindó en LA BRÚJULA 24, un crudo relato sobre cómo fueron los últimos minutos de su hija y aseguró que lo único que quiere es que el femicida siga con vida “para que se pudra en la cárcel”.

“Úrsula fue una víctima de algo que veníamos reclamando desde el 9 de enero, pero que lamentablemente nadie escuchó. Era una chica que no tomaba, no fumaba, estudiaba a nivel terciario y no molestaba a nadie. Además, fue una bebé muy buscada. Úrsula hubiera cumplido 19 años el próximo 26 de febrero y nosotros llevamos 20 años de casados. Hicimos 10 años de tratamiento para traerla al mundo para que después venga un abusador, un asesino me la mate, me la degüelle y hasta le corte un dedo”, dijo Patricia en contacto con el programa Nunca es tarde.

El calvario de esta jovencita había comenzado varios meses antes y en el último tiempo se había agudizado. “Úrsula había bajado 11 kilos de los nervios y de la angustia que sentía. Yo le preguntaba qué pasaba, pero ella no nos contaba porque estaba amenazada. El 9 de enero nos vino a visitar una familia y nos dijo ´gente, hagan algo porque Martínez la va a matar´. Ese día hicimos la denuncia, le pusieron una perimetral, pero él las rompió permanentemente”, comentó.

“Unos días antes del femicidio, este asesino le tiró el auto encima a Úrsula en un semáforo y le dice que quiere hablar con ella. Ahí es donde ella hace una denuncia, pero el Juez de Paz de la localidad de Rojas, Luciano Callegari, le dijo que hasta el lunes no la iba a atender, porque no trabajaba durante sábado y domingo. Así fue que el lunes a la noche la volvió a interceptar, la levantó, se la llevó a un paraje cercano, se metió en un monte y la mató”, explicó.

Los detalles que brindó Patricia respecto a los primeros datos que reveló la autopsia hablan de la brutalidad que con la que actuó este femicida.

“Ella evidentemente se quiso defender y salió corriendo. Es ahí donde le clavan un cuchillo de carnicería por la espalda. Después le cortó un dedo, le aplicó otras 13 o 15 puñaladas y por último la degolló”, dijo.

El instinto de madre fue el que le anticipó a Patricia que algo malo estaba sucediendo ese lunes a la noche, sobre todo cuando la joven no contestaba su teléfono.

“A las 20:28 le mandé un mensaje diciendo que iba a estar la cena y me contestó que estaba viniendo. Cuando no venía me empecé a preocupar. A las 21:30 llamé a la comisaria de la mujer para preguntar si estaba ahí y me dijeron que no. Entonces lo llamé a mi marido y le dije que cerrara el negocio, porque teníamos que ir a buscar a Úrsula. Sabía que le había pasado algo”, explicó.

Esa trágica noche para Patricia vino acompañada por una larga espera en la comisaría y por maltratos por parte de los efectivos de la comisaría local.

“En la comisaría nos tuvieron desde las 10 de la noche hasta las 5 de la mañana. Cuando mi marido llegó, se dio cuenta de inmediato lo que había pasado y le pegó una piña a un vidrio, por lo que le pusieron varios puntos. Yo seguía llorando y pidiendo que me lleven a donde estaba mi hija. Ahí vino una enfermera que era conocida de Úrsula, y fue ella la que me dijo que estaba muerta”, dijo.

“Me pusieron esposas por la crisis de nervios que tenía y tengo moretones por todos lados. Me tiraron al suelo y me golpearon en las costillas. Ahí fue donde la gente comenzó a manifestarse y a realizar destrozos en Rojas”, agregó.

Por último, y al borde del llanto, Patricia dijo que le prometió a su hija que será un roble hasta que la Justicia le dicte la condena que este asesino se merece.

“Voy a seguir luchando. Le prometí a mi hija, abrazándola en el cajón, que iba a hacer justicia hasta el último minuto. Le dije que lo único que pedía a Dios era que este asesino viviera porque lo tenía que ver como va a parar a la cárcel y se pudre ahí. Ella derramó su sangre pidiendo Justicia y eso es lo que merece”, completó.

Para finalizar, la mamá de esta nueva víctima de femicidio pidió que todos aquellos que realicen una marcha o que se unan a la que van a realizar sus familiares, no realicen ningún tipo de destrozo. “Hay una justicia divina, una justicia social y sé que también una Justicia que tiene todo para darle perpetua a este asesino”, completó.

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