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"Si hay un default, la situación no sería más catastrófica que la actual"

El abogado y dirigente de la UTEP cree que el gobierno está bien orientado, pero no se priva de criticar aspectos puntuales de la gestión. Su mirada sobre la deuda, el ajuste y la Tarjeta Alimentaria.

A sus 36 años, el abogado Juan Grabois transita un momento político particular. Es dirigente de la Unión de Trabajadores de la Economía Popular (UTEP) e integra la coalición del Frente de Todos que llevó a Alberto Fernández y Cristina Kirchner al poder.

Sin embargo, es uno de los referentes de los movimientos populares más críticos dentro del oficialismo. Se trata de una inflexión histórica para algunas de las organizaciones sociales más grandes del país porque luego de años de intensas movilizaciones, no dejaron la lucha reivindicativa, pero decidieron formar parte de un frente electoral para derrotar a Mauricio Macri en las urnas.

Al ser entrevistado, Grabois analiza la nueva experiencia política de formar parte del gobierno, enumera las críticas y demoras que tiene la gestión de Fernández, pero advierte el límite que tiene esa participación: la aplicación de un nuevo ajuste que perjudique a los sectores más postergados luego de la renegociación de la deuda externa.

Consultado sobre cómo tomaron el comunicado del FMI, mencionó que "era bastante esperado. Pero hay una cuestión material: la deuda es inviable porque es inviable aplicar un ajuste sin que el pueblo sufra padecimientos que son inaceptables. Es positivo que sea reconocido por quienes son en parte responsables de esa misma deuda. Sería bueno que los otros corresponsables, como Cambiemos, dijeran lo mismo: tomamos una deuda que no pudimos pagar, nos equivocamos, fue un error y pedimos perdón".

En esa línea aseguró que el FMI no pidió perdón, pero "reconoce el error de poner la plata para que se vaya en la fuga de capitales, generando una crisis de endeudamiento calcada de la que tuvimos en 2001 y 2002. Eso generó una situación de pobreza, zozobra y miseria que la pagan los que no tuvieron que ver ni con las Lebacs, ni las Leliqs, ni la especulación financiera, ni las decisiones macroeconómicas que tomó Macri".

Haciendo futurología, y especulando sobre lo que podría pasar en la relación Argentina–Estados Unidos, Grabois analizó que "no creo que nadie facilita nada que no se vea obligado a facilitar. El precio para que no se genere una espiral de desestabilización en América Latina es que la situación argentina se resuelva de la manera más razonable. Si no se resuelve, habrá un proceso de radicalización de las posiciones contrarias al FMI, al establishment y a la política de los Estados Unidos. Lo más pragmático e inteligente para que no se radicalice la situación es que no quieran cobrar al contado y sin quita el monto de una estafa".

Por último, y ante un eventual peligro de default Juan Grabois fue claro: "Si hay un default no sería una situación más catastrófica que la que hay actualmente. Tampoco sería bueno, porque habría un ciclo inflacionario y un período de relativo aislamiento, pero si sucede hay que apechugar y buscar un esquema productivo más hacia adentro de nuestro país. Es patear un poco el tablero y ver cómo subsistir sabiendo que no vamos a poder tomar deuda. Es lo que pasó en 2002, con el default anterior. No es que la pobreza apareció con el default anterior, estaba antes. Con default o sin default, nuestro rol es organizar la economía popular, que abarca a un 25% de la población, para que no sea un terreno donde campean las mafias".

Fuente: Tiempo Argentino.

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