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Sigue el escándalo entre un cerrajero y el cliente que denuncia haber sido agredido

"Es un cararrota, no soy el único al que estafó", mencionó el dueño de la camioneta. Quien estuvo detenido se defendió: "No le pegué, quería que le pague por una computadora que ya estaba quemada".

Alejandro De La Torre y Daniel Vitale fueron los protagonistas de un episodio que tomó ribetes policiales el miércoles por la noche en una cerrajería del Barrio Pedro Pico donde el titular del local fue detenido por haber agredido al cliente, el dueño de una camioneta Chevrolet S10.

Las versiones que dieron ambos en LA BRÚJULA 24 difieren diametralmente, mientras tanto la causa seguirá su curso. De La Torre ya fue puesto en libertad y Vitale, dueño del vehículo, aún presenta secuelas de las lesiones que le habría provocado el titular del taller.

La versión de Vitale

"Fue una odisea de cinco meses, estaba haciendo una mudanza familiar y perdí la llave. Estaba a dos cuadras de este cerrajero, lo contacté y me dijo que hacía estos trabajos. Tuvo el auto tres meses, según dijo desarmó la columna de la dirección para hacer la copia codificada. Luego se le quemaron los papeles y sin mi autorización sacó la computadora", destacó Vitale en el inicio de su charla con el periodista Germán Sasso.

Y añadió que "tuvo mi vehículo tres meses en la puerta de su cerrajería y estaba abierto, cualquiera podría ir y sentarse en el habitáculo. Llevó esa computadora a un electricista excelente que nada pudo hacer porque estaba manoseada. Tampoco la pudo clonar y la camioneta arrancó. Hubo que buscar en Buenos Aires en una camioneta siniestrada, se conseguía pagando una suma de dinero. El cerrajero me dijo que estaba de acuerdo con comprarla".

"En Bahía Blanca conseguí una computadora, la compré, el electricista me la colocó y me llevé el vehículo manejando. El cerrajero me tuvo dos meses más dando vueltas. Recién en la primera semana de febrero logré tener la copia de la llave, pero me destruyó el vehículo, lo dejó tirado en la calle. Lo sacaba empujando cuatro cuadras para ver si arrancaba", evidenció, en otro tramo de la nota radial.

Aún compungido, lanzó: "Soy jubilado, intento tener bien la camioneta, pero lamentablemente caí en manos de esta persona. Le venía diciendo a este hombre que tenía un compromiso, que tenía que pagar una suma. La computadora me salió 800 mil pesos y él me dijo que pase a recibir su parte. Estaba dispuesto a pagar su mano de obra, pero le reclamé los $800 mil. Desde el 6 de diciembre me venía diciendo en buenos términos que no era un problema de plata".

"Pasó el temporal y el martes a la noche le mandé un mensaje para solucionar este tema y le saqué mis números porque no me hacía la cuenta. Estaba dispuesto a que me dé $600 mil para que me los dé como pudiera, descontándole $200 mil de mano de obra. Por audio me dijo que vaya a la cerrajería a última hora. Fui, estaba su familia y clientes. Me empezó a levantar la voz y me pedía que le compruebe 100% que me había quemado la computadora", consideró el hombre al relatar la crónica de los hechos.

Y sumó: "Él acusaba al electricista, a lo que le dije que esta persona hizo lo posible para salvarla y estaba toda manoseada. Además, a esa persona la había elegido él. Le dije que me estaba tomando por boludo, salió detrás de un auto como una furia y con una herramienta en la mano me empezó a pegar. Yo estaba en chinelas porque me había fracturado dos dedos, me caí, me siguió pegando y me dio un rodillazo en la boca que me partió un diente".

"Salí a la calle y me chorreaba sangre y en un estudio que me hice salió que tengo una pequeña fractura de cráneo. Las personas que estaban ahí intentaron agarrarlo. La esposa me había advertido que este hombre ya había tenido hechos violentos con su familia y le dije que tenía razón. Solo quería que me diga si me iba a pagar o no porque daba todo por perdido. No me interesa cruzarme con esta persona. Me llevó a empujones y a patadas y me golpeó", expresó.

Consultado respecto de sus heridas, advirtió que "el médico legista constató todas las lesiones. Tengo bien claro el golpe en la pera, pero él sabe muy bien de que es golpeador porque fue denunciado por su mujer y sus hijos. Tengo los audios donde me dice que no era un problema de plata y que me esperaba para charlar y ahora tiene otro argumento. En la comisaría llamaron a una ambulancia para que me hicieran las primeras curaciones, estuve en el Hospital Penna, tengo fotos".

"Uno de los clientes no lo podía sostener, es un cararrota y mentiroso. Tengo evidencias de que no me caí solo. Nos toma el pelo, es un delincuente que me tuvo cinco meses de rehén para hacer una copia codificada de una llave, no soy el único al que estafó. Hablé con el electricista. me aclaró que me despelotó la computadora, la quiso ordenar pero ya no aceptaba la codificación de la llave. El daño ya no tenía solución", finalizó.

La defensa de De La Torre

"Todo empezó cuando me trajo una camioneta que ya no estaba andando porque había perdido la llave. Le hice el trabajo, fui con el scanner a codificarla, pero nunca arrancó. Busqué la forma de codificarla, pero no se pudo. Le dije a un colega que está más en la parte de computadoras que accedió a verla", recalcó De La Torre.

Horas después de haber recuperado la libertad, expresó que "esta persona le dijo a Vitale que la computadora estaba quemada. La computadora la saqué yo delante de él. No se la quemé. Todo se hizo en su presencia. Por lo sucedido ayer a la noche, él de sus propias palabras me declaró algo que quería escuchar. Le dije que me pagaba la computadora pero si me daba la certeza de que yo se la había quemado. Los scanners no queman computadoras, nunca me dejó codificarlas".

"Al cliente le tenía que dar otra solución y el técnico fue el que manifestó que la computadora estaba quemada. Me quedé en el lugar, si hubiese hecho algo de lo que me está diciendo. Los cinco clientes no los quiso llevar para que sean testigos. No me pueden decir que yo lo corrí. En el negocio pasó que Daniel me vino a atacar mientras estaba trabajando con un auto. Me puse de pie, el tipo se asustó y pensó que lo iba a correr", argumentó.

Y aportó un dato que nada tiene que ver con lo que dijo el denunciante: "Reculó para atrás, había una mesita, trastabilló y golpeó con la cabeza contra el portón. No digo que se haya agarrado a trompadas afuera, pero acá nadie le hizo nada. Nadie de los que vio lo sucedido acá tiene problemas en declarar. Se cayó solito para atrás. No miré si tenía la dentadura completa. Es como si fuera una mujer que le pegaron en otro lado y después hizo la denuncia contra mí".

"Si es como dice Daniel, que tiene grabado todo, no es problema de plata, si tengo que pagar la computadora, se la pago, pero me tiene que dar la seguridad de que yo se la quemé. Delante de cinco testigos no lo pudo asegurar. No me dedico a hacer computadoras, se la di en sus propias manos para que la lleve a verificar. No me creo ni más ni menos que otros colegas. A mi familia la mantengo, no le hago faltar nada pese a tener otra relación", opinó Delatorre.

Sobre su desempeño profesional, comentó: "No soy un cagador, reconocí trabajos por errores que pude haber cometido. Capaz que el señor no tenía plata para comprar otra computadora. Lo que pasó fue un abuso de autoridad porque la Policía no quiso tomar declaración a testigos ni preguntó lo que realmente sucedió. No me fui del lugar porque no hice nada, pegarle a un viejo de 66 años es una falta de respeto. Tengo 44 y no soy agresivo".

"Codificando llaves, en 11 años, solo se me quemaron dos tableros y calladito la boca se los pagué a los clientes. A Daniel Vitale, cuando estaba a pie, le ofrecí mi auto para que se maneje. Él ya tenía la computadora quemada y quiso que se la pague yo. Y tampoco le pegué", finalizó el cerrajero.

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