Bahía tiene el primer centro oficial del país para el rescate de tortugas marinas

Cada tanto, en el estuario de Bahía Blanca, alguna tortuga marina se enreda en las redes de algún pescador artesanal. Estos la suben a su embarcación y llaman al Centro de Rescate de Tortugas Marinas “Quelona”, que funciona en el marco del Departamento de Biología Bioquímica y Farmacia de la Universidad Nacional del Sur.

Hace 15 años que trabajan de esa manera y ahora fue habilitado oficialmente por la Dirección de Flora y Fauna del Ministerio de Asuntos Agrarios de la provincia de Buenos Aires, convirtiéndose en el primero del país en lograr esa formalidad.

“Lo que hacemos es rehabilitación de tortugas marinas y luego las volvemos a su ambiente natural. Hace más de 15 años que venimos trabajando en el estuario de Bahía Blanca, pero recién el año pasado pudimos formalizar un centro de rescate habilitado por la provincia para recibir estos animales gracias a la UNS que nos dio un lugar con todas las condiciones que pide el gobierno”, comentó Lucrecia Díaz, guarda parques e integrante del centro, en el programa Nunca es Tarde.

Díaz explicó que “el estuario de Bahía Blanca es la zona más austral a la que llegan las tortugas marinas y están acá entre diciembre y mayo. Migran y vienen a alimentarse en su estadío juvenil y ya cuando son adultas se quedan en zonas cálidas donde ponen huevos”.

Llegan tres especies de tortugas y cada una come algo diferente porque en esta etapa de sus vidas son omnívoras. Así que se alimentan de algas, camarones, aguavivas, crustáceos, mejillones y peces.

Es allí donde estos animales entran en contacto con contaminantes como el plástico, la principal razón por las que necesitan rehabilitación. Detalla Díaz que “los plásticos, cuando están en el mar, se les adhiere algas y como las tortugas no lo pueden separar se lo comen y esto les produce obstrucciones intestinales que las mata u otro tipo de problemáticas que si no son tratadas también son graves”.

En el Centro de Rescate de Tortugas Marinas “Quelona” las reciben de los pescadores y las purgan, de esta manera limpian sus intestinos de obstrucciones y las ayudan a recuperarse de cualquier otra afección. Luego de dos o tres días en las piletas del centro las regresan al mar, en el mismo lugar donde las encontraron.

Díaz señaló que todos podemos colaborar para evitar la contaminación de los mares. Desde un gesto tan pequeño como “guardarse el papelito en el bolsillo” y no tirarlo a la calle, porque de alguna u otra forma este termina en el mar. A esto agregó también las colillas de cigarrillos, que suelen encontrar en los intestinos de las tortugas y que les causan gran daño.