Murió un arquero después de atajar un penal

Una trágica noticia envolvió de luto al fútbol de Bélgica. Arne Espeel, arquero de Winkel Sport B, de la Segunda División Regional, murió a los 25 años. Su fallecimiento ocurrió este último sábado, en la cancha. El joven saltó de la alegría tras atajar un penal, pero se desplomó a los pocos segundos. El servicio médico acudió rápidamente al lugar e intentaron reanimarlo. Sin embargo, la ayuda no alcanzó y Espeel fue declarado muerto horas más tarde en el hospital.

El club Winkel Sports declaró tres días de luto por la irreparable pérdida de Espeel. El director deportivo Wim Dupont habló un día después de la tragedia y explicó los hechos: “Inmediatamente nuestros jugadores se dieron cuenta de que pasaba algo grave. Se avisó a los servicios de emergencia a los pocos segundos que se desplomó y algunos de los jugadores que tenían conocimiento en primeros auxilios iniciaron la reanimación. Al final, Arne fue trasladado al hospital en estado crítico. Allí falleció. Cuando llegó esta noticia, había mucho silencio en nuestro comedor. Así que realmente pasamos de la euforia por el penal atajado a una gran tristeza en cuestión de segundos”, reveló.

El dirigente hizo un último recuerdo del arquero. “Arne era un chico de club, porque había jugado aquí desde niño y probablemente se quedaría aquí por muchos años. Era tranquilo y simpático, por tanto, no puedo decir ni una mala palabra sobre él. Además, en lo personal estaba muy bien esta temporada y lo demostró una vez más con ese penal atajado. También era entrenador de arqueros, muy popular entre los jóvenes. Es sin duda una gran pérdida para el deporte de Winkel en su conjunto, pero ante todo, por supuesto, también para su familia”, concluyó.

El profundo dolor y la tristeza todavía continúa en la familia del joven fallecido y también en la ciudad de Ledge. Aaron es el hermano pequeño de Arne y volvió al banco de suplentes por primera vez en semanas tras una lesión y, al igual que sus padres en el público, vieron la tragedia ante sus ojos. El primo de la víctima, Emiel Debusseré, estaba en la cancha como capitán cuando ocurrió. “Nos vamos dando cuenta poco a poco, pero seguimos en estado de shock. Arne era una persona muy sociable y motivada, una auténtica figura de liderazgo. En nuestro equipo, muchos lo admiraban”, relató.

Fuente: La Nación