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impactante testimonio

“No me acuerdo mucho, bajé de la moto y maté al violador de mi hija”

Matías fue imputado por asesinar al abusador de su hija. Ayer un jurado popular entendió que no tiene que ir preso. “Hace tres años que estoy viviendo un calvario”, reflexionó.

“Hacía rato que estábamos esperando esta noticia”. Esa frase le pertenece a Matías, un albañil bahiense de 32 años que fue declarado culpable por un jurado popular, por el delito de homicidio en estado de emoción violenta en perjuicio de José Dagoberto López Uribe.

El hecho se produjo el día 20 de octubre de 2019 en el interior de una vivienda ubicada en la calle El Resero 365, cuando el imputado le efectuó varios puntazos con un cuchillo en distintas partes del cuerpo. Minutos antes se había enterado de que ese sujeto había abusado de una de sus hijas.

“Ese día era un sábado, estaba trabajando en el Polo como siempre, 4 años estuve ahí. Llegué a las 3 de la tarde a casa, era un día normal, y estuve con las nenas y mi señora. Se hizo de noche, comimos y mi nena fue al baño, que aún estaba en el fondo porque todavía estábamos construyendo. Mi señora la acompañó y la nena insitía con que le dolía un pecho. Mi mujer le empezó a preguntar por qué, si se había golpeado o algo. Hasta que empezó a contarle”, recordó al inicio de la entrevista.

Y agregó: “Nosotros vivíamos en el departamento de atrás de esta persona, estuvimos dos años en ese lugar. Ella le cuenta que cuando estábamos ahí en varias ocasiones la había tocado, le metía la mano en la ropa interior y esas cosas. Cuando pasa eso, mi señora empieza a llorar y viene corriendo a contarme. A mi se me nubló la vista, nunca pensé que me iba a mandar algo así. Agarré la moto que tenía en ese entonces y me fui a la casa del tipo. Y pa´só lo que pasó. Son como 25/30 cuadras”.

“Justo había un cuchillo arriba de la mesada y fue lo primero que agarré. Sinceramente no me acuerdo mucho, bajé de la moto y lo encaré, lo maté. Tampoco sabía que lo había matado hasta que me entregué en la comisaría. De los nervios que tenía la abracé a mi esposa, no podía hablar y me temblaba el cuerpo. Nunca me había pasado una situación así. Ella trataba de tranquilizarme y le dije que fuéramos a la policía, pero no pensé que estaba muerto. Imaginé que lo había lastimado”, comentó Matías.

Luego, el trabajador recordó el primer encuentro que tuvo con los uniformados. “Les dije que había lastimado al violador de mi hija, me metieron en una oficina y fueron a la dirección que yo les pasé. Me acordé porque viví dos años ahí. Cuando volvieron me trasladaron al calabozo y uno de los policías me dijo que ya estaba muerto”.

“Me arrepiento de lo que hice, porque si no hubiera ido directamente a la casa no me hubiera pasado todo esto. Hace 3 años que vengo viviendo un calvario. Perdí mi trabajo, no me pudieron tomar más porque estaba todo esto en suspenso. En el Polo, con el tema de los antecedentes, no te toman más. Después estuve un tiempo vendiendo milanesas, tratando de rebuscármela. Con la pandemia tampoco pude encontrar trabajo”, aseveró.

Consultado respecto del estado actual de la menor abusada, remarcó que “todavía sigue mal, nosotros tratamos de apoyarla en todo. Igual no va a los cumpleaños, con los chicos del barrio no se junta tampoco. Hasta hace poco no sabía que estuve preso, ella pensaba que yo estaba trabajando en el penal. En ese entonces teníamos una psicóloga que la veía, pero no pudimos seguir dándole esa asistencia, por mi tema laboral”.

“En la cárcel, por lo que había caído yo, no la pasé mal con los otros presos. Pero es feo estar ahí adentro porque tiene que ir tu familia a verte y se tienen que desvestir para entrar. Además yo soy el único sostén de la familia y todos los días me preguntaba si en mi casa estaban comiendo o no. Tengo dos nenas que son mías y de mi señora y la más grande que la adopté. Ahora estoy trabajando hace un año con un amigo mío, siempre de albañil”, añadió.

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