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historia de vida

Nadia Cabezas, la diseñadora bahiense que se abrió un gran camino en Chile

Hermosa y carismática, de muy joven se radicó en Santiago de Chile, donde se le abrieron numerosas puertas en el mundo de la moda y del espectáculo. Sus inicios, su vida y sus maravillosas colecciones.

Por Cecilia Corradetti, para La Brújula 24 / [email protected]

Mientras transcurría una infancia feliz y despreocupada en su Bahía Blanca natal, primero en la Escuela 4; luego en la Pequeña Obra y más tarde en el instituto IDEA, donde estudió Despachante de Aduana, Nadia Cabezas no imaginaba un futuro lejos de su país y, menos aún, triunfando en el mundo de la moda.

Corría 2002 cuando su novio de entonces se radicaba en la capital del país trasandino y ella no dudó en acompañarlo. Sorprendida, percibió de inmediato que había todo un mundo desconocido delante de sus ojos, el mundo de la moda, de los desfiles y los famosos. Fue el paso previo a su incursión en la televisión, donde sin prisa ni pausa comenzó a convertirse en una líder del rubro en los programas de tendencias.

El haber capitalizado esa nueva veta la ayudó a “largarse” de lleno al mundo del espectáculo. Así, empezó a elaborar catálogos de moda para las multitiendas e ingresó como vestuarista a una productora. Fue el primer puntapié que la llevó a diseñar colecciones que trascienden el país y viajan por el mundo.

Con esfuerzo y mucha pasión apareció una vocación impensada que hoy la llevó a tener un gran reconocimiento.

— Nadia, tras 20 años de trabajo en Chile ¿Qué estás haciendo hoy?

— Soy diseñadora de moda y asesora de imagen. Estoy abocada a crear y vender las distintas colecciones por temporada a través de mi página de Instagram (@nadia_cabezas, con miles de seguidores). Y, claro, asesorando siempre a mis clientas fieles, las que tengo desde hace años y las que se van sumando.

— Con tanto trabajo exitoso en Chile ¿Te sentís más chilena que argentina?

— No, me siento argentina al cien por ciento, aunque agradecida por las oportunidades que tuve en Chile donde nada resultó fácil, sobre todo al principio. Me gané un lugar a fuerza de trabajo y el resultado fue inmejorable, viajes a distintos países, relaciones con el mundo de la moda y con famosos de otros ámbitos. Pero insisto, soy argentina.

— ¿Cómo afectó tu trabajo las restricciones por la pandemia?

— Tuve que reformular mi trabajo usando Instagram como herramienta fundamental y me sorprendí: fue un antes y un después. Yo tenía Instagram de casualidad porque me lo habían generado desde un programa de televisión y sin querer resultó clave para seguir trabajando. El negocio funcionó de manera masiva y pude capitalizar y darme cuenta los muchísimos seguidores que me había proporcionado mi paso por la pantalla de TV. Eran muchísimos y toda gente que le gusta mi trabajo.

–¿Trascendiste Chile con tus diseños?

— Claro, llegué a lugares inimaginados y maravillosos. Agradezco profundamente el cariño y el apoyo de tantos clientes que me siguen y eligen. Por otro lado, recuerdo que durante la pandemia no tenía horarios y la gente tampoco, de modo que vendía a toda hora. Creo que más allá de la consecuencias que dejó el Covid-19, en lo personal fue entretenido, afloró aún más la creatividad y el movimiento.

–¿Cuál es tu sueño?

— Sin dudas, algún día poder hacer esto que hago y que tanto disfruto en mi país, donde viven todos mis afectos, mi madre, hermanas, sobrinos y amigos.

— ¿Cómo podés definir hoy la situación de Chile?

— De inestabilidad e incertidumbre, algo que no había vivido antes en 20 años. Las últimas encuestas muestran un 62% de desaprobación de la imagen del presidente Gabriel Boric Font, quien asumió el cargo el 11 de marzo de 2022. Apenas cuatro meses…

–¿Cómo ves a la Argentina a la distancia?

— Con muchísima preocupación y profunda tristeza. Parece mentira que la Argentina, con toda su riqueza, esté atravesando este presente tan complicado a nivel económico y social. De todos modos, estoy convencida de que el país tiene todas las posibilidades para ser grandioso y salga adelante. No solo estoy segura que así será, sino que es un deseo ferviente cuando pienso en mi Patria.

Con raíces bahienses

Hija de Jorge Cabezas, fallecido, y de Clelia Burgueño, y hermana de las mellizas Carolina y Verónica, Nadia nació y creció en una típica familia bahiense de clase media.
“Amo mi ciudad de origen y reencontrarme con mi gente, mis afectos, mis sobrinos, el motor fundamental de mi vida que me ha permitido vivir esta aventura. Amo, además, pasar mis vacaciones en Monte Hermoso, donde tenemos nuestra histórica casa de veraneo”, reflexiona.

–¿Cómo se logra tanta llegada entre tus miles de seguidores?

— El tiempo hace todo. Empecé hace muchos años vendiendo ropa a famosas, prendas que vendía en casa y que traía de distintas ciudades del mundo: Buenos Aires, Nueva York, Miami, Los Ángeles y de capitales europeas. Ese paso me llevó a asistir a los Fashion Week, porque era la manera de mantenerme a tono con las tendencias de la temporada. Con el tiempo puse mi propio local de ropa en una de las calles más exclusivas de Santiago, Alonso de Córdova. Mientras tanto, asesoraba a clientas para presentaciones, galas, programas de televisión, viajes y entrevistas. Y así un día me lancé a diseñar calzados.

— ¿Qué hecho te ayudó para despegar completamente en este rubro?

— Fue un largo proceso, pero probablemente el haber vestido a una estrella durante el Festival de Viña del Mar, que resultó el mejor look y tapa de todas las publicaciones. Creo que aquel hecho me dio la pantalla que necesitaba.

Convencida de que la imagen comunica primero, incluso antes que el primer saludo, asegura que puede ser la mejor herramienta para conseguir lo que nos propongamos.
“Desde un mejor empleo hasta sentirnos y vernos espléndidas. Hoy la imagen tiene un valor impresionante y no debemos perderla de vista”, concluye.

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