WhatsApp de Publicidad
Seguinos

ejemplo bahiense

Andrea se quedó sin trabajo en la pandemia y ahora es albañil

Tiene 43 años y hace casi un año aprendió el oficio por necesidad. Y se definió: “Estoy acostumbrada a trabajar con hombres, no me callo nada y si ellos pudieron aprender, yo también”.

El peor tramo del coronavirus parece haber quedado atrás y hay historias de todo tipo. No son pocos los que debieron reinventarse y salir a flote para mantenerse activos y útiles en la sociedad, sosteniéndose económica y psicológicamente.

Andrea Villalonga es oyente de LA BRÚJULA 24 y contó su oficio actual: “Trabajo de albañil en el barrio Procrear, empecé hace casi un año por necesidad en este rubro. Ahora revoco y pego ladrillos. Tengo 43 años, cuando empecé no sabía manejar ni la cuchara y hoy descubrí que me gusta mucho”.

“Mis compañeros me tratan bien, pero nunca me callo nada. Estoy acostumbrada a trabajar con hombres. Entré porque mi marido trabaja en la construcción, en la pandemia perdí mi otro empleo. Si ellos pueden aprender, por qué yo no”, resaltó, en su charla con el periodista Germán Sasso.

Y mostró su compromiso con la responsabilidad asumida: “No falto nunca, no importa que sea feriado. Ahora estoy arriba de una loza en el barrio Procrear. Cobro por semana, por día te pagan dos mil pesos y yo estoy ocho horas. Soy medio-oficial, un escalón por encima de ayudante. Aún me falta aprender algunos aspectos, soy muy detallista, a veces hasta medio pesada por ejemplo cuando hay que sacar el nivel. La casa tiene que quedar bien aunque no sea para mi”.

“Hoy el patrón pagó el asadito que voy a hacer al mediodía. Mi marido es el que manda en esta obra, pero en casa somos marido y mujer (risas). La casa está bastante avanzada, en este barrio ya hay muchas familias viviendo”, concluyó Villalonga, demostrando que para ciertos empleos no hay tabúes.

Lo más leído