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INFORME ESPECIAL

Son “Inquietos”, pero por una buena causa

Un grupo de jóvenes que desde hace años, a raíz de una iniciativa escolar, ponen de su tiempo y recursos para dar
una mano en distintos puntos de Bahía. Sus expectativas y motivaciones. El norte de una ONG que crece día a día.

Por Juan Tucat, redacción La Brújula 24
[email protected] @juantucat

En más de una oportunidad hemos dedicado estos informes de La Brújula 24 a darle espacio a entidades u organizaciones vinculadas a fines benéficos. Es que este equipo de periodistas considera que hay numerosas historias que merecen ser contadas, más allá de la coyuntura o del momento. Son aquellas, en definitiva, por las que vale la pena mirar hacia adelante.

Ejemplos sobran, aquí mismo te acercamos a Fundación Lazos, una ONG dedicada a brindar un espacio integral para jóvenes y adultos con diversidad funcional. También a El Club De Los Peladitos, compuesto por personas que ponen de su tiempo, sus recursos y su amor con el único fin de acompañar y demostrar que no todo está perdido. Y la Asociación de Lucha Contra el Mal de Alzheimer y Alteraciones Semejantes (A.L.M.A.) es otro caso testigo.

Así podríamos seguir largo y tendido, porque como se indicó al principio, les dimos y les vamos a seguir dando la difusión que otras veces no encuentran. Y no justamente por no necesitarla.

Hoy es el turno del Grupo “Inquietos”. Se trata de unos 40 jóvenes bahienses que desde hace años ponen empeño para desarrollar distintas acciones solidarias en la ciudad, sin distinguir barrios, medios, logística. La iniciativa surgió el Día del Niño del 2015, después de la misión que se hizo a Pichanal (Salta), por medio de la escuela San Francisco de Asís a la que estos chicos concurrían. A la vuelta, tenían ganas de seguir ayudando a la gente y desde entonces nada los detuvo.

Uno de ellos es Matías Peral, quien en contacto con este cronista remarcó que “han ido cambiando muchas cosas del grupo, pero seguimos siempre firme trabajando por la sociedad”. Y contó  que “somos todos alumnos y ex alumnos del San Fransisco de Asís, que organizaba en las vacaciones de invierno los viajes al norte del país para ayudar”.

Respecto de las actividades que realizan, comentó que “en un principio estábamos más abocados a jugar con nenes, a recreaciones en escuelas o sociedades de fomento. Pero con el paso del tiempo el grupo se volvió más social y ahora damos apoyo escolar, hacemos viandas en el barrio 5 de Abril o Villa Rosario. Tratamos de abocarnos a la gente mayor, pero la realidad es que hay muchas familias que lo necesitan”.

Por otra parte, consultado respecto de sus motivaciones personales y la de sus compañeros, Matías expuso: “Eso sale del grupo, del colegio mismo. Hay muchos amigos y chicos que no son de la escuela y se han ido sumando. Es un grupo lindo, abierto para el que se quiera sumar. Estamos en las redes sociales para poder conversar con quien quiera aportar. Si uno no se conoce primero como grupo es difícil después ayudar al resto. Y los nuevos que se han ido agregando se acoplaron muy bien, eso nos permite trabajar mucho mejor”.

Candela Porras, otra integrante del equipo, en su caso desde 2017, le comentó a este cronista que “participo porque si bien no podemos cambiar la realidad que viven muchas personas, está bueno salir de la zona confort de cada uno ayudar a los nenes aunque sea sacándoles una sonrisa, y también a las  familias que más lo necesitan”.

“Para mí  Inquietos es un lugar de encuentro, donde compartimos con todos los compañeros y la gente que vamos conociendo en los barrios. Es un lugar de aprendizaje, porque vamos creciendo y nutriéndonos de un montón de experiencias. Pero igualmente en lo personal es un lugar de disfrute y alegría”, consideró.

Agustín Haag también plasmó sus sensaciones al respecto: “Estoy hace unos 5 años en el grupo, me uní con el grupo ya formado. Nos plantearon la idea después de la misión a Pichanal de seguir con la misma idea en la ciudad. Lo hago porque además se ser una actividad solidaria para quien necesita, yo la paso bien. Disfruto dejar algo mínimo en la gente, más allá de que no le vas a cambiar la vida”.

“Me divierto, es algo bastante distendido y el único objetivo es hacerle bien a la gente”, apeló. Y dijo que “una idea mínima, muchas veces se complementa con otras y se logra así hacer algo más grande. Ese es el único fin, hacer con las herramientas que tenemos”.

 A su tiempo, Camila Pellegrini explicó que “siempre se pone el foco en lo que quiere cada uno, durante mucho tiempo nos acompañó la frase muy conocida que dice ‘mucha gente pequeña, en lugares pequeños, haciendo cosas pequeñas pueden cambiar el mundo’, y eso lo llevamos como lema”.

“Sabemos que no hacemos grandes cosas, pero con el apoyo de la gente y con las ganas de poner un poquito de cada uno, apuntamos a seguir y no quedarnos quieto. Estar siempre en movimiento”, sostuvo. También remarcó que “ahora estamos reacondicionando una capilla en el barrio 5 de Abril para poder trabajar ahí, la idea estamos encarando la cocina y continuamos con el apoyo escolar en Villa Rosario”.

Si querés saber más de “Inquietos” no dudes en buscarlos en las redes sociales.

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