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calidad alimenticia

“El 50% de los consumos con la Tarjeta Alimentar no son los más recomendados”

Ha tenido un impacto importante en la reducción de la pobreza y la miseria, pero no ha logrado cambios hacia una alimentación más saludable.

La Tarjeta Alimentar ha tenido un impacto importante en la reducción de la pobreza y la miseria entre la población más vulnerable, pero no ha logrado modificar los patrones de consumo hacia una dieta más saludable, aseguró Santiago Poy, uno de los investigadores a cargo de un estudio elaborado por el Observatorio de la Deuda Social Argentina de la UCA.

“El 50% de los consumos que se hacen no son los más recomendados”, comentó el especialista para referirse al apartado del estudio sobre la calidad de los alimentos adquiridos por los destinatarios de este programa gubernamental y agregó que “no hay efectos sustantivos en el cambio de las pautas de consumo”.

En el programa Nunca es Tarde, que se transmite a través de La Brújula 24, Poy explicó que “si bien el programa tiene cierto componente relacionado con brindar a los destinatarios recomendaciones de cómo comer mejor, no es un componente completamente desarrollado”.

El investigador detalló que una de las razones de estos resultados también “tiene que ver con las bocas de expendio. Por ejemplo, las verdulerías o las carnicerías, al no tener la disponibilidad (para aceptar la tarjeta), la mayor parte de los destinatarios terminan yendo al supermercado donde hay una mayor oferta de productos que no son los más saludables”.

“No está produciendo una mejora en la calidad de la dieta de niños, niñas y adolescentes y esto se explica porque en gran medida es un efecto de ingreso (económico): las familias reciben la transferencia y consumen lo mismo que consumían aunque con mayor suficiencia (sin disminuir porciones o comidas)”, detalló.

Poy agregó que otro factor es el hecho de que “los cambios están muy determinados por comportamientos socioculturales y también con costumbres y hábitos que no necesariamente cambian por un programa de transferencias de ingreso”.

El especialista aclaró que es importante tener en cuenta el contexto de crisis en el que se desarrolló el estudio, al que hay que agregar los efectos de la pandemia de coronavirus.

“No se puede analizar un programa de esta naturaleza en el vacío, son datos de 2020 un contexto muy crítico en términos socioeconómicos”, apunto.

Otros datos que resaltó Poy del estudio es que de no existir la Tarjeta Alimentaria 27% de la población destinataria estaría en la indigencia, mientras que con este programa es de 9,2%. Mientras, que sin esta asignación 82,1% estaría en la pobreza, pero gracias a ella la cifra se reduce a 71,6%.

“En este sentido, la política está bien focalizada al estar dirigida a una población altamente vulnerable y si no fuera por esa transferencia, su situación socioeconómica sería mucho peor”, concluyó.

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