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habló con la brújula 24

Ley de Etiquetado Frontal: nutricionista afirma que “hoy la gente come objetos”

El licenciado Ignacio Porras analizó un proyecto que ya cuenta con media sanción en el Senado y avanza a su aprobación. “Cada pote de yogurth tiene ocho cucharadas de azúcar”, reveló el profesional.

El proyecto de Ley sobre Etiquetado Frontal de Alimentos, que este martes obtuvo dictamen de mayoría en un plenario de comisiones de la Cámara de Diputados y ya cuenta con media sanción del Senado, busca “prevenir la malnutrición de la población”: de acuerdo con la última Encuesta de Factores de Riesgo del Indec (2018), en la Argentina el 61,6% de las personas tienen exceso de peso (36,2% tienen sobrepeso y 25,4%, obesidad).

A propósito, el licenciado en nutrición Ignacio Porras, conversó en LA BRÚJULA 24 sobre una iniciativa que pretende mejorar la calidad de vida, en especial de los niños: “Hay derechos que se vienen vulnerando desde hace cinco décadas. Pareciera que pudiéramos ingerir cualquier cosa, que está todo bien, la normativa llama alimento a todo, incluso a lo que no tiene valor nutricional. Vamos creciendo con esa idea y así terminamos comiendo objetos”.

“Eso genera la falta de nutrientes que desembocan en enfermedades en niños (diabetes tipo 2, obesidad, hígado graso, entre otros), las cuales pueden terminar con la muerte. Hay formulaciones que generan las industrias, con un batallón enorme de aditivos que dan una fantasía de comer algo que en realidad no estamos ingiriendo. Como el sabor a frutilla que no tiene esa fruta. El azúcar y las grasas saturadas se utilizan en cantidades astronómicas”, referenció Porras, en su charla con el periodista Germán Sasso.

Y sumó que “la ley lo que busca es que la gente esté informada y tome decisiones con esos elementos al momento de comprar. Hoy solo vemos el conteo de carbohidratos en la tabla nutricional. Las grandes alimenticias buscan solo economizar, lo que les permite stockear, estando dos o tres meses en una góndola y quedar intactos. Y utilizan los sobrantes de la producción primaria”.

“Tenemos diseños que son adictivos, que son muy difíciles de dejar de comer y en realidad su composición no es saludable. El yogurth puede ser muy noble o ultra procesado. La mayoría de lo que se ve en la góndola es esta última opción. Hoy, cada pote tiene ocho cucharadas de azúcar. Hoy se han vuelto golosinas, con una plataforma de marketing gigante y generan que los niños los pidan porque se utilizan hasta personajes de Disney. Todo eso busca regular la ley y su propósito es cuidar las infancias”, añadió en otro tramo de la entrevista radial.

Por último, aclaró que “también se busca regular las publicidades porque nueve de cada diez son de productos de mala calidad nutricional. Se buscan formatear paladares de clientes del futuro. Las alimenticias presionan de muchas maneras, pero deben dejar de producir objetos comestibles. Creo que se va a aprobar, porque no hay argumentos científicos que vayan en contra de la ley, solo existen intereses. Para los que votan en el Congreso es muy incómodo oponerse públicamente”.

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