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A los 91 años

Murió Juan Carlos Pérez Loizeau, el histórico conductor de noticieros

El recordado periodista falleció en el Sanatorio Otamendi, dónde estaba internado desde hacía dos meses.

En su vasta carrera televisiva como conductor de noticieros y programas de actualidad, Juan Carlos Pérez Loizeau -fallecido en la noche del viernes a los 91 años- recorrió un camino que no fue ajeno al de varios de sus colegas.

Había llegado a la pantalla después de formarse en el mundo de las redacciones de los medios gráficos, y dejó atrás sus comienzos en el periodismo deportivo para quedar identificado para siempre como presentador completo de algunos de los espacios informativos más importantes.

En ese terreno fue protagonista de un caso sin igual en la historia de la televisión argentina. En las dos décadas más exitosas de su trayectoria llegó a ser el presentador, en distintos momentos y distintas emisoras, de algunos de los noticieros de mayor audiencia de todos los tiempos.

Al frente del informativo de los mediodías de Canal 13 durante la década del 80 que iba modificando su título con las dos últimas cifras de cada año nuevo (Realidad 80, Realidad 81 y así sucesivamente) lograba todos los días impresionantes números de rating, que nunca bajaban de los 20 puntos y superaban con comodidad los 30. Y en la segunda mitad de esa década fue una de las caras del imbatible Nuevediario, símbolo del canal conducido con mano de hierro por el Zar Alejandro Romay.

Esa popularidad se hacía para muchos difícil de explicar porque Pérez Loizeau no tenía en su tarea periodística alguna característica llamativa que lo distinguiera del resto. Frente a las cámaras siempre fue un modelo de sobriedad, mesura y un profesionalismo que todo el medio le reconocía.

Tal vez allí estaba el secreto de una popularidad que a algunos les resultaba inexplicable. Había sido el primer artífice frente a las cámaras de un nuevo modelo de noticiero televisivo, hoy muy difundido, que le daba un lugar preferencial a lo que genéricamente definimos como “los problemas de la gente”: un semáforo que no funciona, los jubilados a los que no le alcanzan los haberes, los aumentos de precios, la inseguridad en las calles.

En silencio y sin dar demasiadas explicaciones, como fue siempre su costumbre, dejó de a poco la televisión y se volcó en su última etapa profesional a conducir pequeños espacios de radio y a despuntar la vieja vocación del periodismo de autos. Le gustaba mucho el jazz y solía musicalizar con esa característica sus intervenciones radiales. Con el mismo silencio dejó los medios y solo interrumpió su retiro en 2016 para un encuentro con Fanny Mandelbaum en el programa Juventud acumulada.

Fuente: La Nación

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