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siete meses cerrado

“Ya no damos más”, dijo la dueña de un hotel alojamiento bahiense

La titular del Tu y Yo explicó que “estamos al límite”. Y aclaró: “No vamos a abrir de prepo, por más que nuestra competencia ya lo esté haciendo”.

Uno de los rubros que más sufre los embates de la pandemia es el de los hoteles alojamientos. El cierre de la actividad hace siete meses paralizó económicamente el normal desenvolvimiento de estos espacios y, la necesidad de alcanzar la fase 5 para reabrir, parece imposible en el contexto en el que se encuentra Bahía Blanca.

El más emblemático de la ciudad es el Tu Y Yo. Mirta es su dueña y, en diálogo con LA BRÚJULA 24, planteó no solo la desesperante situación de su empresa, sino que también se quejó por la disparidad de criterios porque su principal competencia en el mercado (RJ) está funcionando normalmente.

“Hace más de siete meses que estamos cerrados, pagando los impuestos como corresponde y el gran problema es que el RJ abrió sus puertas hace diez días. No es justo porque el Mesón Sud también está cerrado. Particularmente queremos expresar nuestro descontento”, planteó la mujer, en su charla con el periodista Germán Sasso.

Y continuó en esa misma dirección: “El RJ trabaja como hotel familiar, pero todos sabemos que es por hora. Momentáneamente los hoteles alojamientos no están habilitados, más allá de que es uno de los más seguros porque uno va en pareja, ingresa superando la barrera, el conserje recibe el dinero o la tarjeta con guantes y llega a la habitación sin entrar en contacto con nadie”.

“Si nos habilitan, las habitaciones serán totalmente desinfectadas cuando sale una pareja y las mucamas con barbijo y guantes retiran las sábanas que van a agua hirviendo. Y hasta que ingresan los siguientes huéspedes a la habitación dejaremos transcurrir un amplio lapso de tiempo”, recalcó la empresaria, en otro segmento de la entrevista radial.

Con relación a lo que ocurre puntualmente con el hotel RJ, advirtió que “tiene habilitación de hotel familiar pero funciona también como alojamiento, hoy están yendo parejas con turno. Mi marido los denunció y de tantos reclamos creo que le afectó la salud y terminó muriendo. Nosotros tenemos 38 años en el rubro y jamás tuvimos denuncias en nuestra contra por suciedad”.

“Económicamente, el Gobierno nos da un cupo para pagar salarios a nuestros 28 empleados y con nuestros ahorros pudimos abonar un plus. Pero ya no podemos más. Estamos redactando una nota con el abogado para hacerla llegar a las autoridades. Al gerente, el Intendente no lo ha recibido”, señaló.

Y finalizó hablando con el corazón en la mano: “Nunca voy a abrir de prepo, pero trataré de presentar notas para que se comprenda nuestra situación. Todavía aguantamos, pero estamos al límite”.

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