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Política

Qué dicen los gestos de los candidatos 

Mario Russo es politólogo y especialista en lenguaje no verbal. En La Brújula 24 analizó todo lo que dejó el debate presidencial del pasado domingo.

Aunque suene remanido, a veces las personas hablan más con el cuerpo que con las palabras. Y teniendo en cuenta lo que dejó el reciente debate presidencial, ese análisis puede resultar indispensable.

Mario Russo es politólogo y especialista en lenguaje no verbal. En diálogo con Germán Sasso, analizó todo lo que dejó el encuentro de los candidatos desarrollado el pasado domingo en la ciudad de Santa Fe.

Primero, el profesional habló en LA BRÚJULA 24 sobre el famoso “dedo acusador” de Alberto Fernández -así lo bautizó Mauricio Macri-. Y dijo que, en realidad, no se vio la parte positiva del discurso del referente del Frente de Todos.

“Mucho se estigmatizó su tipo de comunicación por el gesto, cuando señaló al actual Presidente en ejercicio, el famoso dedito, pero no se consideró la parte positiva, como es el manejo de los tiempos, que fue notable”, expuso Russo.

Y agregó: “Posaron la lupa sobre él porque es, de alguna manera, el presidente fáctico. En ese sentido no se adaptaron a lo que opinan la mayoría de los argentinos sobre la política. Hoy, para 7 de cada 10 es negativa”.

En tal dirección, el experto en comunicación corporal señaló que “cuando un político deja en claro lo que piensa, generalmente origina rechazo”, y explicó que “quizás Alberto no tendría que haber planteado de esta manera sus ideas y tendría que haber sido el más tranquilo de todos”.

Sobre Macri, por su parte, Russo aseveró que “tiene una forma discursiva corporal muy empática; está pidiendo constantemente la aprobación de la gente. Desarrolla varias veces los emblemas del ruego, que es cuando se juntan las dos manos para pedir perdón”.

“Lo empezó a hacer a medida que se fue comprobando que todo lo que se prometió no se cumplió”.

“Después tiene dos o tres gestos. Eleva mucho la ceja, abre grande los ojos. Eso es una forma de buscar protección, es algo inconsciente. Se acompasa mucho más con este momento cultural de la Argentina”, sintetizó.

Espert

“De los candidatos menos conocidos fue el que mejor se desenvolvió. El defecto que tiene es el tono monocorde. Cuando hizo énfasis en algunas cuestiones no hubo simetría en la forma que lo dijo”.

“Si hablás de un curro con los derechos humanos no lo podés hacer de forma monocorde, hay que darle el énfasis que se merece porque no se está diciendo cualquier cosa”.

“Paralelamente se movía de un lado a otro, que también tiene que ver con un síntoma de inseguridad”.

Gómez Centurión

“Se reclinaba sobre el micrófono, pero eso ante un discurso como puede ser el de las dos vidas, era contradictorio”.

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