El origen de la tradición de dejar zapatos y pasto para los Reyes Magos

La tradición de dejar zapatos y pasto para los Reyes Magos en la víspera de su día especial tiene un encanto único que combina raíces culturales europeas y latinoamericanas con profundas conexiones religiosas.

Según la tradición cristiana, Melchor, Gaspar y Baltasar visitaron al Niño Jesús en el pesebre, llevando regalos como muestra de adoración. Inspirados en este relato bíblico, las familias han incorporado un toque mágico: preparar el hogar para que los reyes puedan dejar regalos a los niños.

En algunos lugares, se acostumbra dejar zapatos junto a la ventana o la puerta de la casa, y son una señal clara de que en esa casa hay niños esperando con ilusión. Junto a ellos, los pequeños suelen dejar pasto y agua, un gesto simbólico para alimentar y refrescar a los camellos que transportan a los Reyes. Este simple acto es una muestra de generosidad y participación en la historia que une generaciones.

Esta costumbre tiene paralelismos con otras tradiciones festivas, como la de Papa Noel, pero mantiene su identidad única. En lugar de chimeneas y renos, son los camellos y los Reyes Magos quienes protagonizan este mágico ritual.

Hoy en día, esta tradición sigue siendo una forma especial de celebrar la llegada de los Reyes Magos, fusionando la espiritualidad con la alegría infantil. Así, el simple acto de colocar zapatos y pasto se convierte en un puente entre lo terrenal y lo divino.

Con información de TN