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Los 90 años de “Yiyí” Laura: “Mi orgullo es mi familia y el servicio de Neo del Penna”

Médica pediatra y neonatóloga, es una figura clave en la historia del Hospital Penna. Al fundar NACER en 1991, transformó el servicio con su dedicación y visión. Su legado de solidaridad trasciende generaciones.

Cecilia Corradetti / [email protected] / La Brújula 24

Casi nadie la conoce como Nélida Beatriz Gómez Villafañe. Sin embargo, en Bahía Blanca y la región, “Yiyí” Laura es una figura entrañable y destacada. Médica pediatra y neonatóloga, en 1991 fundó NACER, Asociación de Ayuda al Prematuro, que se convirtió en el motor del servicio de Neonatología del Hospital Penna. Su vida está marcada por el compromiso con la salud de los recién nacidos y la construcción de un legado imborrable.

Hija de Adelita Mollis, ama de casa, y de Carlos Gómez Villafañe, fundador de un banco en Rosario, Nélida nació el 26 de noviembre de 1934 en Caballito, Buenos Aires. Creció junto a cinco hermanos. Desde pequeña su apodo fue “Yiyí”, un nombre que surgió cuando, jugando, intentaba decir “chiches”. Esa palabra infantil la acompañaría para siempre.

Desde joven, Yiyí mostró una determinación admirable. Ingresó a la Universidad de Buenos Aires, donde se graduó como médica en 1959. Poco después conoció a Patricio Laura, un científico e ingeniero brillante. El amor pronto los llevó al altar, y la pareja inició una vida en común en Estados Unidos, donde nacieron sus tres primeros hijos. Sin embargo, en 1969 decidieron regresar a la Argentina. Tras una breve estadía en Salta, donde no lograron adaptarse, volvieron a Estados Unidos. En los años 70, una oportunidad laboral para Patricio en la Universidad Nacional del Sur (UNS) los llevó a establecerse definitivamente en Bahía Blanca. Allí completaron su familia con el nacimiento de dos hijos más, sumando en total cinco: Patricio, Mónica, Paul, Silvina y Diego.

Hoy, Yiyí disfruta de una gran familia que incluye nietos y bisnietos: Estefanía, Mercedes, Inés, Teresa, Josefina, Juan Patricio, Constanza, Sophia, Madeleine, Joaquín, Facundo, Lucía, Juan Ignacio, Gonzalo y Dolores. Los más pequeños, hijos de sus nietos, son Pedro, Amalfi, Baltazar, Delfina, Ciro y otros dos que están en camino.

El 6 de noviembre de 2006, Yiyí enfrentó uno de los golpes más duros de su vida con el fallecimiento de Patricio, su compañero de toda la vida. Doctorado en Mecánica y Matemática Aplicada en la Catholic University of America, Patricio fue un científico destacado y un ejemplo de trabajo y dedicación. Aunque su ausencia dejó un profundo vacío, Yiyí siguió adelante con gran entereza.

En los años 90, el servicio de Neonatología del Hospital Penna enfrentaba grandes desafíos, con necesidades urgentes de equipamiento para atender a los miles de bebés prematuros que nacían en la región. El Penna, la única maternidad pública de una vasta zona, requería una transformación urgente. NACER surgió como respuesta a esa realidad. La idea original fue del pediatra Rubén Álvarez, pero pronto se sumaron a la causa María Elena Vázquez, Julia Ochoa, Laura Campaña, Tere Spinelli y, por supuesto, Yiyí. Los comienzos no estuvieron exentos de dificultades, pero el compromiso del grupo fue inquebrantable.

El primer gran impulso para la organización llegó de manera inesperada, con una donación anónima de 5.000 dólares realizada por un vecino sensibilizado por la experiencia de un nieto prematuro. Ese gesto marcó el inicio de una ayuda incesante que, con el tiempo, permitió transformar el servicio de Neonatología. Entre los logros más importantes de NACER se encuentra la creación de una residencia para madres, que les permite permanecer cerca de sus hijos mientras estos se recuperan en Neonatología. Este espacio, único en la región, refleja la visión y el compromiso de Yiyí y su equipo.

Hoy, NACER cuenta con una comisión directiva de 14 miembros y el apoyo fundamental de Las Lilas, un voluntariado nacido en el seno de la organización. Entre sus colaboradoras más cercanas está Mónica Laura, hija de Yiyí y actual presidenta de la asociación. Además de liderar la institución, Mónica actúa como una especie de secretaria privada de su madre, acompañándola en cada paso.

Para Mónica, su madre es un ejemplo en todos los aspectos: “Es una roca, fuerte, estable, serena, solidaria y presente. Su templanza no la vi en ningún otro ser humano. Ha sido madre ejemplar, abuela y bisabuela incondicional. Independiente, hospitalaria. Un ejemplo”.

A sus 90 años, Yiyí reflexiona con gratitud sobre su vida: “La mayor satisfacción es cumplir esta edad rodeada de mis hijos, nietos y bisnietos, y ver al servicio de Neonatología del Penna funcionando a pleno. Es un orgullo saber que nuestra residencia para madres es única en toda la región. Mi esposo Patricio fue y sigue siendo un ejemplo de trabajo y dedicación, y mis hijos y nietos siguen sus huellas”.

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