Noticias B
Margarita Muñoz de Toro, la médica bahiense que conquistó Stanford
De fuerte arraigo bahiense, esta egresada de la Universidad del Salvador accedió, luego de un proceso riguroso y extenuante, a la residencia en Patología en el centro médico académico líder de California. Un hospital conocido por sus avanzadas instalaciones y por su investigación y tratamientos innovadores.

Cecilia Corradetti / La Brújula 24 / [email protected]
En el competitivo mundo de la medicina, conseguir un lugar en uno de los programas de residencia más codiciados de Estados Unidos es un logro destacadísimo. Es el caso de Margarita Muñoz de Toro, una médica oriunda de Bahía Blanca quien recientemente comenzó su residencia en Patología en la prestigiosa Universidad de Stanford, California.
Un camino de gran esfuerzo y estudio, mucha perseverancia y pasión por la medicina, además del deseo de contribuir a la comunidad, la llevaron a este presente que valora y agradece con una humildad que sorprende: “Cualquiera puede hacerlo si se lo propone”, señala en diálogo con La Brújula 24.
Margarita creció en Bahía Blanca, rodeada de una familia que siempre alentó el estudio y el desarrollo personal. Sus abuelos, inmigrantes de origen español, dejaron una profunda huella en su vida. Su abuelo paterno, Ricardo Muñoz de Toro, fue un abogado y educador comprometido, mientras que su abuela, Rosa, fue una de las pocas mujeres de su tiempo en graduarse como médica ginecóloga. Esta herencia de esfuerzo y dedicación, sumada a la influencia de su tío, el destacado pediatra suarense Osvaldo Azpilicueta, fueron fundamentales para orientar su vocación hacia la medicina.

Las cosas no se dieron por casualidad en su vida. Curiosa e inquieta, a los 17 años vivió una experiencia que la marcaría para siempre: un intercambio en Francia, organizado por el Rotary Club. Durante un año, vivió con familias diferentes, asistió a la escuela, hizo amigos y viajó por toda Europa. Este intercambio no solo le permitió perfeccionar su francés, sino que también le abrió los ojos a nuevas culturas y formas de ver el mundo, algo que, según ella misma admite, fue transformador.
La Universidad del Salvador, en Buenos Aires, fue el paso siguiente, convencida de que la medicina era su futuro.
“La carrera lleva tiempo y esfuerzo, pero fue una experiencia fantástica. La cátedra de Bioquímica despertó mi interés por la docencia y la seguí desarrollando durante la especialidad, siempre supe que seguiría estudiando después de recibirme”, relata. El título llegó en 2020, plena pandemia.
Tras un breve paso por la residencia en Dermatología en el Hospital Finochietto, pasó al Muñiz, donde desarrolló una increíble formación. Como se sabe, se trata de un centro de relevancia en enfermedades infecciosas como fiebre amarilla, dengue, HIV y luego contra Covid.
“Fue un privilegio formarme en el Muñiz y en un servicio pionero como el de Dermatología donde pude interactuar con gente de todas partes y donde existe un gran compromiso con los enfermos y los casos difíciles. La ética profesional me quedó grabada, como también la enseñanza. Se trabaja al mismo tiempo que se aprende”, señala, para mencionar al doctor Esteban Maronna, médico patólogo “sabio y generoso” quien la marcó en su vida profesional. Posiblemente a raíz de aquel contacto despertó su pasión por la patología.
Aunque inicialmente tenía la intención de trabajar en España, la vida de Margarita tomó un giro inesperado cuando conoció a Jorge, un ingeniero argentino con quien decidió mudarse a Estados Unidos. Al llegar, quedó fascinada con las oportunidades que ofrece el país, aunque no fue fácil adaptarse al sistema de salud estadounidense, conocido por ser uno de los más caros del mundo.

Para ejercer en Estados Unidos, tuvo que homologar su título, un proceso que implicó rendir exámenes extenuantes, algunos de hasta 16 horas de duración. Aunque había comenzado su carrera en Dermatología en Argentina, decidió cambiar de rumbo y optar por la Patología, una especialidad que le ofrecía nuevas oportunidades y desafíos.
Fue así que, después de una rotación en Stanford en 2023, quedó impresionada por el nivel de los profesionales con los que trabajó y decidió aplicar a la residencia en esta institución, considerada una de las más competitivas de Estados Unidos. Con más de 1.300 aplicantes y solo nueve lugares disponibles, el proceso de selección fue arduo, pero su esfuerzo rindió frutos cuando, en marzo de 2024, recibió la noticia de que había sido aceptada.
La Universidad de Stanford tiene un hospital asociado, conocido como el Hospital de Stanford o Stanford Health Care. Es un centro médico académico líder y está ubicado en el campus de Stanford en Palo Alto, California. Esta institución es conocida por sus avanzadas instalaciones médicas y por su investigación y tratamientos innovadores en diversas especialidades.
“Riqueza y diversidad”
“Fue una oportunidad impresionante”, recuerda Margarita, quien describe Stanford como un lugar enormemente diverso y rico en experiencias tanto personales como profesionales. El servicio de Patología, con su vinculación a todos los departamentos del hospital, le permite trabajar con casos clínicos extraordinarios y pacientes internacionales, lo que fue y sigue siendo sumamente enriquecedor.
“Es difícil explicar el enorme movimiento que existe dentro del hospital, al punto que cuesta adaptarse. En definitiva, todos los tejidos deben analizarse, desde los tejidos de los pulmones, riñones, ojos. En fin, es un centro súper especializado donde vemos casos extraordinarios”, indicó.

También recuerda los pasos previos hasta llegar acá: un año antes de ingresar a la residencia debió cumplimentar numerosos requisitos, como completar el CV y adjuntar cartas de recomendación de mentores, título y hasta un ensayo explicando por qué deseaba ser patóloga. Todos esos datos son rigurosamente evaluados hasta determinar si uno está apto como candidato y, recién allí, pasar a la entrevista. “En mi caso estuve un día entero hablando por zoom con muchísimos profesionales”, recuerda.
“Hay tantos candidatos buenos que algo de temor tenía, pero decidí aplicar. No perdía nada. La noticia de que fui aceptada la recibí el 15 de marzo pasado. Stanford me abría las puertas y empecé a saltar de alegría. Fue una oportunidad única”, recuerda y asegura que durante todo el proceso conoció a argentinos que desean hacer la residencia en Estados Unidos y con quienes creó una red. “Yo misma he recibido mucho apoyo siempre de parte de otros aplicantes, incluso hice amigos. Seguiré apoyando a otros, extranjeros o americanos y a quienes lo necesiten porque requiere esfuerzo y sin ayuda no siempre se puede”, reflexiona.
Margarita tiene cuatro años por delante y muchos planes. “Uno es el comité de Diversidad, Equidad e Inclusión, amo trabajar en estos temas. Otro de los planes es hacer un proyecto de colaboración con el Hospital Muñiz. La idea es abrir puertas para mejorar. Por eso también pienso en mi Bahía Blanca natal y en Buenos Aires donde proyecto hacer vínculos y devolver lo mucho que he recibido”, anticipa.
El legado de una familia que siempre alentó el estudio
Margarita es “bien bahiense”, así como sus padres y hermanos. Su madre asistía a una escuela rural y hacía un esfuerzo para no faltar a clases. Sus historias quedaron grabadas. “La maestra vivía con ellos. Mis abuelos maternos apoyaron muchísimo la educación de sus hijos y lograron que sean universitarios. Iban a la escuela en carreta y ya cuando pudieron tener un auto mi mamá levantaba a los alumnos que esperaban en las tranqueras de los campos. Creo que es una historia de compromiso y superación”, reflexiona.

La infancia de esta profesional estuvo marcada siempre por la escuela de danzas clásicas. “Pasaba mis tardes allí. Luego, en todo el bagaje que uno va adquiriendo, me incliné por las ciencias naturales y por la salud, sobre todo pensando en el acceso como un derecho. Luego decidí volcarme a la medicina”, repasa sin dejar de mencionar a las grandes mujeres que pasaron por su vida, entre ellas su madre, abuelas, maestras, amigas. “Me inspiraron a superar desafíos y abrazarlos. Nada es imposible cuando existe constancia y perseverancia”, asevera.
- Noticias B22 horas ago
Sector inmobiliario en alerta: los créditos hipotecarios UVA suben por tercera vez
- El Tiempo24 horas ago
Luego de varios días cálidos y el alerta amarillo de esta noche, baja la temperatura
- Noticias B8 horas ago
El Gobierno anunció el cierre definitivo de 13 programas sociales
- Deportes22 horas ago
Liga del Sur: Pacífico (C) y San Francisco ganaron en el inicio de la fecha
- Noticias B24 horas ago
La oposición está cerca de un consenso para aumentar jubilaciones y el bono
- Informes Especiales8 horas ago
El Papa León XIV, bajo la mirada de dos jóvenes sacerdotes de la ciudad
- Deportes8 horas ago
Olimpo y Villa Mitre van por más en una nueva jornada del Federal A
- Deportes8 horas ago
El Inter de Lautaro recibe a Lazio en una fecha clave en el calcio