Seguinos

Noticias B

Un experto explicó por qué algunas personas sobreviven tras un balazo en la cabeza

El neurólogo Ramiro Linares explicó lo factores de riesgo en estas heridas y las chances de recuperación.

Un disparo en la cabeza no es siempre una herida mortal, aunque sí una situación bastante grave. Hay varios factores que influyen en el tipo de lesión que causan y su tratamiento depende de cada caso, según explicó el neurólogo Ramiro Linares en su columna de todos los miércoles en el programa Nunca es Tarde.

Linares explicó en términos generales, porque no es el médico tratante, lo que ocurre cuando alguien recibe un impacto de bala en el cerebro, a propósito del caso del vecino bahiense que en medio de un asalto sufrió una herida de ese tipo.

"Frente a un disparo en la cabeza se ponen en juego variables diferentes: el trayecto, el calibre y cómo fue disparado. Lo más importante es el trayecto y la potencia del arma de fuego, dependiendo del trayecto a veces puede no provocar lesiones importantes, aunque siempre es un riesgo", señaló.

El especialista señaló que lo más usual es que haya una hemorragia e inflamación en "el territorio que atraviesa el disparo, lo que genera una sintomatología que va calmando cuando la inflamación retrocede y allí el paciente puede evaluar cuál es su situación real".

"El tiempo de recuperación es variable, pero en general, inicialmente tienen la mayor gravedad al inicio, pero en las primeras dos semanas hay una recuperación por la desinflamación y los procedimientos la limpieza, de retiro de esquirlas y todo lo que se pueda retirar", detalló.

Sobre las perspectivas de recuperación en estos casos, Linares señaló que si bien tienen un riesgo, "si el trayecto no afecta un territorio de demasiada importancia, uno puede salir muy bien parado. Es bastante común que cuando se afecta el lado derecho aparezca una dificultad en el habla, pero de rápida recuperación".

El neurólogo comentó que cuando trabajaba en la guardia un hospital atendió casos similares al que se registró el martes en Bahía y relató uno de un joven que se presentó aquejándose de una dificultad urinaria y casi al paso comentó que le había disparado en la cabeza el día anterior.

"Se levanta la gorrita y uno veía un agüerito redondo en el centro de la frente, lo exploro y se le hizo una tomografía donde se veía que la bala atraviesa el cráneo de lado a lado y se alojó en la parte posterior de la cabeza. Él estaba conversando normalmente, caminaba un poco raro y tenía este problema urinario, porque la bala había lesionado levemente los territorio de marcha y contención urinaria", recordó.

El joven quedó internado con custodia policial y se dio a la fuga antes del alta, pero "se fue muy bien".

Más Leídas