Otra hazaña de la andinista bahiense “Popi” Spagnuoli

Por Cecilia Corradetti / [email protected] / Especial para La Brújula24

“Maravillosa”. Con esa única palabra definió la andinista bahiense “Popi” Spagnuoli su segunda y última experiencia en la cima del Kilimanjaro, un volcán ubicado en Tanzania, cerca de la frontera con Kenia en el noreste de África. Con sus 5.885 metros de altura, es la cumbre más alta del continente y uno de los volcanes más grandes del mundo.

Popi, guía de montaña con más de 20 años radicada en Mendoza, donde vive con su esposo y su hijo, realizó esta experiencia en el marco de un proyecto que creó hace mucho tiempo llamado “Mujeres a la Cumbre” donde ella junto a dos socias organizan expediciones femeninas.

“Volví al Kilimanjaro, esta vez con dos chilenas y una porteña, y fue increíble, porque hacemos una experiencia de varios días para aclimatar. Muy pronto volvemos a África con una propuesta mixta, porque varias parejas nos han consultado y también hombres solos. Será una edición diferente y la haremos en septiembre, hay muchísima gente anotada”, dijo.

En ese continente, Popi incorporó a Ekeney, una guía local . “Hicimos algo hermoso, no turístico sino más bien cultural y genuino, que fue interactuar con su entorno, su familia. Cenamos en casa de su madre, tostamos café y cantamos con sus amigos. Esto fue al inicio, antes del ascenso. Siempre nos hacemos un lugar para recorrer y conocer”, dijo. Al llegar, Popi no tuvo descanso: partió al Aconcagua en dos oportunidades, diciembre y febrero. En la primera la sorprendió una tormenta de nieve que duró alrededor de 10 días de enero.

La propuesta de “Mujeres a la Cumbre” incluye “Mujeres al Kili”, un viaje al continente africano, a descubrir una nueva cultura a través de un programa especialmente pensado por y para mujeres.

La propuesta incluye el ascenso hasta la cumbre más alta de África, Monte Kilimanjaro, situado en el noreste de Tanzania y el cual es parte del circuito de las “7 Summits”.

“Para nosotras es muy especial porque trabajamos localmente con Rutha y Ekeney, nuestra guía mujer líder en Tanzania y ella es una referente para otras mujeres de allá y nos ayuda a integrar a nuestro equipo local de otras chicas que, como ella, quieren desarrollarse profesional y laboralmente en la montaña y de esta manera ser un sostén para sus familias”, dijo.

El sueño de Ekeney es formalizar una organización de mujeres trabajadoras de montaña en Moshi para poder ayudarlas, promoverlas y brindar las mismas oportunidades que los hombres.

Luego de disfrutar de esta increíble experiencia compartieron un safari en el Parque Nacional Tarangire, en el cual avistaron la flora y fauna salvaje.

“En septiembre de este año será para un grupo mixto, haciendo foco en nuestra ruta tradicional”, indicó, para contar que Kilimanjaro o “montaña que brilla” en lengua swahili es un estratovolcán de 80 km de diámetro compuesto por 3 cráteres: Shira en el oeste (4.006m), Mawenzi en el este (5.149m) y Kibo cuyo punto más alto es Uhuru Peak o “Pico de la Libertad” (5.895m), llamado por la independencia de Tanzania en 1961. El cráter de la cumbre, conocido como Kibo, mide 2,5 km.

“Nuestra ruta de ascenso elegida es la Machame, una de las más bonitas con espectaculares vistas. Esta ruta circunvala el monte Kilimanjaro desde el suroeste del volcán a través de toda la pared sur de Kibo. Esta vía es una de las más bellas y salvajes y es la única que ofrece la opción de dormir en carpa. Además, nuestro programa de 7 días en la montaña favorece el proceso de aclimatación a la altura”, indicó.

Una vida dedicada a la montaña

En mayo de 2022, Popi, de 46 años, relató a La Brújula 24 sus inicios como andinista y su vida en Bahía Blanca.

“Toda la vida amé el deporte, la aventura y la vida al aire libre. Como activa integrante de Exploradores de Don Bosco, vivía de campamento y soñaba con una carrera que me permitiera el contacto con la tierra”, había dicho. Por eso, al iniciar la universidad se anotó en Geología. Todo marchaba bien hasta que los cálculos matemáticos la espantaron. Así, una tarde llegó a sus manos una revista que hablaba del Aconcagua, el “techo” de América, de casi 7 mil metros, en la provincia de Mendoza. Y supo que sería su destino.

“Armé las valijas y partí. Tenía 20 años y soñaba ser lo que soy, una andinista apasionada”, reflexionó. Entre diciembre y febrero sumó dos experiencias más al Aconcagua y lleva nada menos que 26 cumbres.

Fueron 26 ascensos de un total de 101 en los que hubo que descender y guiar a personas que no pudieron alcanzar la meta.

Popi fue la primera mujer del mundo en llegar a la cima del Aconcagua en pleno invierno. La fecha la tiene grabada a fuego: el 24 de julio de 2005 ¿La temperatura? 50 grados bajo cero.

Por entonces ya era una experimentada escaladora. Lo primero que había hecho al llegar a la Tierra del Sol y del Buen Vino fue anotarse en la carrera de Técnica en Guía de Treeking y de Montaña, que le abrió puertas “enormes”.

Lo cierto es que hoy, además de ser docente en la institución que la formó, trabaja como guía para empresas habilitadas por el Ministerio de Turismo.

En pareja con Horacio Cunietti –también andinista y a quien conoció en la escuela de guías de montaña– es mamá de Tomás, de 12 años. La familia vive en la zona rural de Lunlunta, departamento de Maipú, rodeada de naturaleza y animales.

Ni ella misma se reconoce como Graciela, el nombre que le pusieron sus padres Alberto Spagnuoli y Diana Berozzi (fallecida), cuando nació el 1 de febrero de 1977 en Martín Rodríguez al 800.

Es la menor de cuatro hermanas: Andrea, Marcela y Verónica. Cursó la primaria en la Escuela 55 y la secundaria en la Media Nº 3 de Vieytes y Colón. Para informarse de sus proyectos: Instagram y Facebook: Popi Spagnuoli y Mujeres a la Cumbre.