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DESMADRE EN CANCHA DE GIMNASIA

Habló el bombero-hincha que le hizo RCP a Lolo Regueiro: “Fue terrible”

Gastón Alonso contó su experiencia: en plena estampida, el destino lo puso frente al hombre que terminó muriendo de un paro cardíaco.

Gastón Alonso es bombero, pero había asistido como espectador al partido de Gimnasia y Boca del jueves pasado por la Liga Profesional y terminó huyendo de las tribunas cuando todo se desmadró. En ese intento de escapar de los gases lacrimógenos y evitar ser afectado, el destino lo puso en el camino de la situación más extrema que se vivió en La Plata: se encontró con César “Lolo” Regueiro ya desvanecido y, con la experiencia de 30 años de servicio, procuró ayudarlo. Nada fue suficiente. El hincha del Lobo falleció en medio de una represión que hasta el propio Alonso vivió de cerca, como reflejó en una nota con TyC Sports.

“La policía disparaba contra la gente que salía. No se entendía realmente. Para adentro del Bosque se encontraban dos ambulancias, entonces nos quedamos ahí para poder respirar un poco de aire limpio, porque era irrespirable todo. Nos encontramos con muchas mujeres y chicos en el piso totalmente afectados por el gas. Entonces empezamos a asistir a esa gente y a acercarlas a la ambulancia. Fue ahí que me encuentro con una persona en el piso”, recordó el bombero, que estaba junto a dos de sus hijas.

Los hinchas escapaban de las tribunas, invadidas por los gases lanzados por la policía, que se filtraban, además, entre los tablones.

 “Fuimos a la cancha temprano, sabíamos que el partido era importante e iba a haber mucha gente. A las 20 ya estábamos adentro del estadio y tipo 21 ya estaba prácticamente lleno. Apenas arrancó el partido, se seguían escuchando las detonaciones afuera. Se veían corridas por los pasillos debajo de las tribunas. Ahí fue donde comenzó todo, los gases… Cuando la nube nos empezó a tapar en la tribuna, tomé la decisión de decirles a mis hijas ‘vamos a taparnos’ y bajar”, había descripto antes Alonso.

Y retoma el relato de sus encuentro con Regueiro: “Me acerco tratando de buscarle los signos vitales, ya que hasta ahí parecía inconsciente. Cuando intento hacer eso, lo que recibo de la policía fue represión, seguían tirando. Mi hija les pidió que por favor paren, que estábamos atendiendo a una persona. Y mi hija gritaba ‘papá, te sigue apuntando’. Y las balas de goma me picaban cerca. No conforme con eso, me tiran un gas cerca. Fue ahí donde no pude chequear realmente y tomamos la decisión de salir, ya que nos estaba afectando el gas. Hicimos el viaje como pudimos entre seis y siete personas que estábamos hasta llegar a la ambulancia”.

En ese momento, se hacía lo que se podía. “Retiramos el cuerpo como pudimos, sin hacerle el chequeo. Lo levantamos y lo acercamos unos 15 metros hasta la ambulancia. Hasta ese momento, no pudimos hacerle RCP ni nada. No le vi golpes, estaba completamente a oscuras. Y la desesperación, el ambiente irrespirable… fue terrible. No puedo afirmar que la policía lo haya golpeado”, sostuvo.

Lo que siguió fue más desesperante aún. “Desde las dos ambulancias estaban asistiendo a un montón de personas. A chicos y a mujeres. Cuando lo dejamos al hombre, yo pierdo de vista a mis hijas. Entonces, cuando lo entrego al servicio médico me alejo de la escena buscando a mis hijas. Cuando las localizo, me quedo más tranquilo. Vuelvo a la escena y escucho que el personal de salud decía que falleció. Lo primero que veo es la reacción de la hija y del nieto, que estaban al lado. Automáticamente le digo a mi hija que comience con el RCP, que lo íbamos a trasladar. Yo encaro al del personal y le pido por favor que lo trasladen, que lo saquen del lugar que ya habíamos empezado con las maniobras de RCP”, señaló Alonso.

“Cuando el servicio médico dijo que falleció luego de la evaluación que hicieron, nosotros sabemos que contamos con unos minutos como para poder intentar revertir algo. El hombre, cuando yo le pido eso, me confirma que sí lo va a sacar pero primero tenía que desalojar a toda la gente que tenía en la ambulancia. Entonces yo le hago el relevo a mi hija, porque sabía que todavía había algunos minutos para que bajen a la gente, vaya a la camilla y poder subirlo para trasladarlo. Mientras tanto, continuamente se le hizo el RCP. Cuando terminan de desalojar la ambulancia, bajan la camilla, lo subimos, montamos la camilla y se hizo el traslado. Yo me quedé, creo que subió la hija”, completó.

Fuente: La Nación

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