Pide a gritos que no liberen a su ex: “Si sale me mata”

Mariela está atravesando una pesadilla. El terror la invade, y no es para menos. Ella no sabe cómo hacer para poder llevar adelante una vida normal, por culpa de un violento con el que supo estar en pareja, que fue condenado porque la quiso matar. Pero ahora podría salir de la ´cárcel.

Hipólito Hernández tiene 70 años y es apodado “Gurí”. Fue condenado hace poco a 15 años de prisión en un juicio abreviado. Fue hallado culpable de los delitos de tentativa de homicidio agravado por el vínculo, por mediar violencia de género y por el uso de arma de fuego, tentativa de homicidio agravado, desobediencia y amenazas calificadas.

En diálogo con el equipo del programa “Bahía Hoy”, por La Brújula 24, la mujer detalló que “pasé un episodio muy grave, por el cual se llegó a un acuerdo en juicio abreviado, donde yo sabía que por la edad le iban a dar la domiciliaria. Además vienen exponiendo estados de salud de esta persona, pero la Cámara las revoca”.

“Lo que pasa es que no me podía negar a la domiciliaria por los 70 años, por ley, porque por más que yo no quiera se la dan. El día 12 de marzo fue la condena y ese mismo día llegó la negación de la Cámara”, aseveró con indignación. Y describió: “Quiso matarme dos veces, la primera con un arma blanca y la segunda a los tiros, a plena luz del día cuando salían los chicos de la escuela. Y ese mismo día quiso matar a mi hermano”.

En esa misma línea, la mujer remarcó que “tengo entendido que todavía se encuentra detenido, están esperando para ponerle la pulsera en el domicilio que puso, que es en la casa de uno de los hijos. Yo tengo terror de que salga, no me cabe ninguna duda de que es una persona muy peligrosa, nunca hizo caso a la restricción, no le importaba nada”.

“Son personas que están jugadas, como me decía a veces, ‘o estás conmigo o con nadie porque te mato’. Es gente que no le interesa nada, ni la familia ni la vida. Él solamente quería quitarle la vida a alguien que no quiere estar al lado suyo”.

“Yo vivo en un barrio donde él trabajó siempre, porque tiene un club cerca de mi casa y lo atienden sus familiares, él conoce todos mis movimientos. Este tipo va a volver, está decidido a matarme. Cuando veo noticias en la televisión digo que esa soy yo, que puedo ser yo, lo estoy diciendo y nadie hace nada. Yo entiendo lo de los derechos humanos, que tienen que tener una vida digna, pero nadie piensa en mí”, apuntó.

Y añadió: “Es una pesadilla lo que estoy viviendo, está demostrado que el sistema de las pulseras no sirve, como tampoco las medidas de restricción porque hacen lo que quieren. Y nosotros seguimos indefensas”.