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insólita velada de boxeo

El policía noqueó al preso bahiense en el primer round y se le burló en el ring

El efectivo de la Bonaerense apabulló al convicto que cumple una condena de 10 años por robo. El combate fue llevado a cabo en el club Morón.

La inédita pelea entre Julián Gómez, miembro de la Policía Bonaerense, y Martín Jara, bahiense sentenciado por robo con arma de fuego, duró lo que un suspiro. Fueron poco más de dos minutos de un dominio absoluto para el efectivo policial, quien se impuso con un inapelable nocaut técnico, en el primer round, ante un rival que cumple una condena de diez años y que logró salir transitoriamente de prisión para esta velada llevada a cabo en el gimnasio del Club Morón.

“Diamante” Gómez, quien registraba cuatro peleas como profesional, con tres victorias y una derrota, se mostró firme desde el inicio, y no le dio ningún tipo de chance a un rival que pasó encerrado los últimos tres años de su vida.

La pelea estuvo enmarcada dentro de la categoría medianos (69,8 a 72,5 kg), en un evento deportivo que fue promocionado por Chino Maidana Promotions, la productora del ex campeón del mundo Marcos Maidana.

Jara besó la lona de movida, cuando el policía acertó un intento con facilidad. “El Renacido” se levantó y esperó la cuenta de ocho para tomar oxígeno y recuperar piernas, pero su suerte ya estaba echada.

Gómez lo midió con tres jabs, lo punteó con dos derechas y lo hizo zapatear sobre el ring con otras dos manos similares. A menos de un minuto del cierre del primer asalto, el policía liquidó el pleito: una nueva andanada al rostro dejó a Jara detrás de las cuerdas y vencido. La árbitra de la pelea, correctamente, decretó el final de la contienda.

Al parecer, esta noche existió algún condimento más, porque Gómez, con su rival en el suelo, ya derrotado, amagó con celebrar pero lo fue a buscar. Y le dijo cosas de las que más tarde, después de lanzar un “viva la policía, viva la fuerza” por todos los aires, se arrepintió.

“Fue un momento de calentura. Había tenido un gesto que no me gustó. Soy un caballero y pido disculpas”, manifestó el policía de San Miguel, ante los micrófonos de El Nueve.

Con las pulsaciones en descenso, Gómez fue a buscar a su rival nuevamente pero esta vez para interiorizarse de su estado. Más tarde se abrazaron, dejando de lado las historias y rencillas personales. El Chino Maidana terminó de firmar la paz, levantando los brazos de ambos en el centro del ring.

Fuente: Clarín

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