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Gollán, en La Brújula 24: “A fines de marzo o principios de abril habría vacuna”

El ministro de Salud bonaerense destacó que “Bahía Blanca ya es uno de los tres distritos con más casos en la Provincia”. Y aseguró que existe un plan en caso de que se produzca una saturación de las camas de terapia.

El ministro de Salud de la provincia de Buenos Aires, Daniel Gollán, brindó una extensa entrevista esta mañana en LA BRÚJULA 24 y analizó distintos aspectos vinculados con la situación epidemiológica que atraviesa el territorio por el avance del coronavirus, en seis meses y medio desde que se declaró la pandemia.

Tras analizar los rebrotes que ocurren en Europa y Estados Unidos, Gollán sostuvo que “estamos en presencia de un virus muy contagioso y que actúa de forma imprevisible. Afecta a dos personas que más o menos son similares en sus comorbilidades y en una evoluciona de manera banal y en la otra de modo agresiva. La ciencia logró una vacuna en el transcurso de un año y esa es la parte positiva. Tener en tres o cuatro meses acceso a la misma cambia el horizonte”.

“Hay unas diez vacunas que están en un período de prueba para lograr registro dentro de entre un mes y medio y tres meses. Luego viene la etapa de distribución, que por ejemplo en la de Pfizer la condición es que se conserve en -80 grados. Mientras tanto, los laboratorios están en la fase de producción en serie a riesgo de que luego no la puedan comercializar. Me animo a aventurar que todas tendrán un buen resultado. Para nosotros, el 2021 será un año distinto en lo que respecta al COVID-19. No podemos hablar de un mes en particular, porque no depende de nosotros, pero suponemos que para fines de marzo o principios de abril ya habría vacunas”, se aventuró el funcionario bonaerense, en su charla con el periodista Germán Sasso.

Frente a ese escenario, planteó que “luego habrá que ver qué cantidad de dosis tendremos porque será necesaria un número similar a las de la Gripe A. Estamos hablando de entre 10 y 11 millones de vacunas y no necesariamente se precisan todas juntas. Primero se deberá cubrir al personal de salud y a la franja con comorbilidades. El hecho de vacunar a grupos de riesgo y grandes dispersores de la enfermedad tiene un resultado muy positivo porque se cuidará al sistema de salud que en muchos casos hoy está aislado y extenuado. Eso cambia todo el perfil de la enfermedad, transformándola en más manejable”.

“La idea es que si está la dosis, todos los argentinos sean vacunados”.

“Uno tiene que tratar de lograr el equilibrio para que no se disparen los contagios, evitar la curva ascendente. Bahía Blanca está ubicándose entre los tres o cuatro distritos con mayor cantidad de casos, mezclándose con los del Conurbano que tuvieron importante número de contagios. Y lo que preocupa es la progresión”, recalcó Gollán, al tiempo que reconoció que “a todos nos gustaría que las actividades estén liberadas, pero si se excede la cantidad de enfermos, el sistema de salud se satura. Por eso no hay que tirar de la soga, tomar como ejemplo lo que hace el resto del mundo, a la espera de la llegada de la vacuna”.

Asimismo, evaluó que “la pandemia es un hecho extraordinario que pasa cada 100 años. Habrá que apechugarla porque dejará secuelas económicas, para luego buscar recuperar fuertemente lo perdido en estos meses. La post pandemia va a ser una tarea ardua porque habrá que controlar otras enfermedades que no se pudieron seguir por el coronavirus. Incluso, comenzamos con el refuerzo de vacunación de acá a fin de año. La preocupación de la OMS es que bajó este último índice porque la saturación del sistema impedía que alguien vaya a buscar a la persona a su casa para que sea vacunada. Si vuelve a circular el sarampión, tendremos un problema. Por eso trataremos de recuperar el tiempo perdido, producto de este maldito virus que esperemos que se termine cuanto antes”.

“Si se satura el Hospital Penna tenemos un esquema de regionalización y traslados. En Bragado se resolvió este problema en 24 horas y bajó la cantidad de casos. En San Nicolás pasó algo similar que está en vías de ser resuelto. Hay una red armada para este tipo de hechos, por eso es importante regular el número de contagios. Una enfermedad de estas características ocurre una vez por siglo”, resaltó, analizando que “por ahora las fases 1 y 2 no se están usando en la Provincia, pero ha habido algún municipio que cerró todo y logró controlar los números hasta llegar ahora a la fase 5”, planteó el titular de la cartera de Salud en el gobierno de Kicillof.

Sobre la conducta de los bonaerenses y el rol del Estado para hacer que el mensaje sea certero, Gollán consideró que “si se comunica bien y se actúa fuertemente, muchos cumplen porque tienen miedo de ver que se llenan las terapias intensivas y tiene un respaldo económico. Concientizar es importante, independientemente del cansancio de las personas. Lo peor que nos puede pasar es perder un ser querido por no cuidarnos, por sobre no ir a cenar con amigos o no ir a la escuela. Si un gastronómico tiene la certeza de que tiene la situación controlada, pondrá las mesas afuera con recaudos y protocolos. Y si se disparan los casos, deberá volver para atrás”.

“La característica de este virus es su mutación constante, pero a priori no son contagiosas”.

“La dinámica propia de la enfermedad indica que donde encuentra mayor cantidad de personas susceptibles, progresa más rápido, sin ser efecto rebaño. Si todos los que están alrededor mío se pueden contagiar, llega uno infectado y propaga la enfermedad. El aprendizaje del lavado de manos también ayuda a que la curva comienza a amesetarse, como en el AMBA donde si bien la meseta es alta, si se mantiene como tendencia, se irá trabajando en mayores aperturas”, sostuvo.

Por último, abordó la polémica por la aparición (hace una semana) de más de 2.500 muertos en Buenos Aires: “Hace un mes venimos explicando que el sistema SISA es muy bueno, pero para el registro de enfermedades pandémicas es lento y engorroso. La carga de personas fallecidas es complicado y marca un retraso porque la tarea administrativa es lenta. Es imposible ocultar las muertes. Incluso aparecerán nuevos decesos una vez que termine la pandemia”.

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