La defensa había fundamentado el pedido en la necesidad de atender a sus hijos de 7 y 5 años de edad.
Los investigadores ultiman los detalles para dar por cerrada la instrucción y mandarlo a juicio.
La vicepresidenta, que es querellante en la causa, apelaría el fallo.
“No teníamos una hipótesis de conflicto para ese momento", dijo sobre los riesgos que corría la vicepresidenta.
Los argumentos serán escuchados por los jueces Pablo Bertuzzi, Leopoldo Bruglia y Mariano Llorens.
La querella de la Vicepresidenta exige que Gabriel Carrizo no es solo un cómplice, sino que fue parte del plan.
Investigarán las eventuales responsabilidades penales que puedan caberle a quienes manipularon el teléfono.
Buscó una salida alternativa para intentar descomprimir la tensión.
"No quiero hablar del tema para no hacerlo relucir otra vez", dijo.
La magistrada detalló las hipótesis y las medidas de prueba ejecutadas hasta el momento.