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"Democracia no significa arengar a la multitud, sino servir al pueblo"

Carlos Aspiroz Costa dejó un mensaje contundente en el Tedeum realizado en la Iglesia Catedral.

El arzobispo de Bahía Blanca, Carlos Aspiroz Costa, dejó un mensaje en el Tedeum que tuvo lugar esta mañana en la Iglesia Catedral, ante la atenta mirada de dirigentes políticos y la cúpula militar, además de los principales funcionarios judiciales. Allí, instó a las autoridades a pensar en el bien común y la igualdad en el Día de la Independencia.

El mensaje completo del arzobispo

Como otros estados que ya iban surgiendo en la América Grande y quienes animaban a los congresales como una retaguardia insistiendo háganlo, háganlo, los esperamos, aquellos que llamamos padres de la patria. Hace poco celebramos a Manuel Belgrano, celebraremos en agosto a José de San Martín, celebramos a Martín Miguel de Güemes, pero otras madres de la Patria como la misma Macacha Güemes, María Remedios del Valle y permítame presentarles en sociedad a la primera santa argentina, la Mama Antula, primera literata del país que acarició o sopló sobre el corazón de muchos patriotas con los ejercicios espirituales las cosas de Dios para comprometerse con las cosas de la patria.

Una mujer, una mujer de una casa prestada de familia a una casa común cedida para albergar a los 33 diputados, 29 firmaron el acta de la independencia, había quien se enfermaba, etcétera, 18 eran laicos como ustedes, 11 eran sacerdotes, algunos del clero secular como mis hermanos y otros del clero regular como aquel del que llevó con orgullo el hábito Santa María de Oro.

Estaban dispuestos a dar todo, muchos habían hecho su testamento porque iban a un congreso que no sabían su testamento. Cuando llega el momento de decidir el sistema de gobierno en un contexto como el del siglo XIX, que Napoleón, que la restauración, que no se sabía bien por dónde iban las cosas, no por conveniencias partidarias, sino por saber darle un rumbo a esa casa sobre roca, cuando se decidió tratar la forma de gobierno, el fraile, en la misma orden de quienes habla, dice, si no tenemos mandato en nuestras provincias, no podemos decidirlo.

Hay que volver a saber. Y si se decide, yo me retiro del Congreso. Mirá el fraile. Y acá no me voy, no se preocupen. Venían de lugares distintos, distantes, distinguidos por los pueblos que representaban. Todos con una misma dignidad en historia, en el mundo de su gente, en su destino común. Pero una causa suprema los convocaba. Debemos consultar, sí, a los pueblos que nos han elegido.

Y esto iba con toda tentación que está ayer, hoy y espero que no sea siempre, de la privatización de la República. Si digo República, no puedo privatizarla y metérmela en el bolsillo. Es República. El tiempo superior al espacio no se trata de poder ocupar mi terrenito sino generar procesos que unan y reúnan la unidad prevalece sobre el conflicto pero el conflicto que debe ser asumido y sobrepasado no escondido debajo de la alfombra.

La realidad es más importante. De qué sirve que yo tenga una idea de vos y vaya dándome manija nada pero cuando escucho la realidad de sus palabras de su presente de sus ideales entonces no está tan lejos no está tan lejos y finalmente el todo superior a la parte insisto de una casa de familia, una casa de todos una casa que a nadie dejó afuera en la fórmula del juramento la independencia le hemos prometido llenos de santo ardor por la justicia ante Dios y la señal de la cruz sostener estos derechos hasta con la vida, sus saberes y la fama.

Me gustaría decirlo en latín, lo tengo que decir en porteño, ‘chupate esa mandarina’ . Sería bueno repasar estas cosas en todo aquel que tiene autoridad. No vengo yo acá desde un balcón a decir a los demás lo que tienen que hacer porque también se me ha dado una autoridad puedo hacer de todo esto una cosa o causa privada para todos, incluso los pueblos originarios lo primero que quisieron los que juraron la independencia es que ese acta fuera traducida al quechua para que los pueblos del Alto Perú que formaban parte de las Provincias Unidas supieran supieran lo que estamos haciendo. El pueblo quiere saber de qué se trata cualquier privatización de la República es atar con alambre las cosas.

¿Cómo sostener? Organizar, reformar incluso, restaurar, renovar esta casa común. No en la ruptura, sino en la continuidad, salvo de todo aquello que vaya contra el constituir la unión nacional, el afianzar la justicia, el consolidar la paz interior, el proveer la defensa común, el promover el bienestar general y el asegurar para todos los beneficios de la libertad. Todos, todos, todos. No el que llega primero en el juego olímpico de París 2024.

Sí, con un profundo sentido social garantizado en la salud de las instituciones propias de la Constitución. De lo contrario, se hiere a la democracia, se la enferma. Cuando se hiere la dignidad de cada persona, y también a nivel social, político y económico. No se trata de arengar a una multitud, sino de servir al pueblo, que es otra cosa. Democracia implica inclusión e integración de todos. Urge recrear la conciencia del bien común, que es mucho más que la mera suma de los bienes individuales. En la subsidiariedad, en la paz. San Agustín, gran pensador del siglo IV d.C., decía que la paz es la tranquilidad en el orden.

Sabemos, por nuestra experiencia de 208 años, que la tranquilidad sin orden es el no me molesten, déjenme en paz y no se construye. El orden sin tranquilidad genera miedo, solo coerción y mera represión. Y sabemos lo que significa. democracia significa resolver juntos los problemas de todos y comprender que el poder se ejerce a través de los representantes de los pueblos la gran enfermedad que padecen no sólo la nuestra sino las democracias de muchas repúblicas es el escepticismo democrático lo decía el Papa hace dos días hubiera querido no citarlo porque ya hubieran dicho algunos que ya se mete de vuelta con argentinas no lo dijo en la cincuagésima semana social de los católicos de Italia el escepticismo democrático cuando se limita a la democracia tal o cual partido cuando no se compromete no se comprende la naturaleza de los movimientos sociales como parte de la realidad republicana cuando se representan sin vanidad orgullo y soberbia provocando en realidad la participación y el propio esfuerzo.

Cuando se dice el problema es de los demás, yo tengo la valentía de decir también es mío, ahí hago crecer la democracia. No es tu problema, es el nuestro, porque podemos caer en la avaricia y en el cuentapropismo de darle a arreglarte como puedas. Hay también un cuentapropismo político, utilitario y materialista. Política significa salir juntos. Juntos es mejor porque solos es peor. Juntos es bueno porque solos es triste.

Es curioso que aquellos principios de la Revolución Francesa, no solo de la de 1789, sino de 1830, 1848, como un fuego encendieron tantas democracias y repúblicas, también en Latinoamérica, fueran frases como libertad, igualdad, fraternidad. Curiosamente se usaron contra eclesiásticos y contra la iglesia, pero bien recordaba a San Juan Pablo II cada vez que pisaba suelo francés, o lo visitaban los obispos de Francia, o en el célebre discurso, creo que en el 79, en 1979 a la Unesco, la libertad, la igualdad y la fraternidad, mis hermanos y hermanas, son principios puramente evangélicos.

Lo que pasa que al haber desechado la fraternidad, quedamos con una libertad vaporosa y una igualdad matemática y no que respete la dignidad de las personas. Es la fraternidad la que da sentido a la libertad y a la igualdad. Hay divergencias, hay convergencias, pero está el diálogo. Escucha y palabra, que nos conducen algo que es muy bello, que es la unanimidad. No porque todos votamos al mismo o a la misma, sino porque la unanimidad significa, de vuelta a San Agustín, un solo corazón y una sola alma hacia Dios. Feliz Día de la Patria, gracias por estar aquí en la casa de todos, casa sobre roca, no porque no tengamos problemas fundacionales, sino porque la Virgen de la Merced nos mira, nos cobija.

Una vez en Luján había un cristiano no católico, no le gustaba mucho nuestra devoción a la Virgen. Y se sorprendió cuando vio un grupo de peregrinos que habían caminado toda la noche hasta Luján. El cura, como yo, charlaba, charlaba, charlaba y todos dormían. Y el cura se daba cuenta que todos dormían, no es el caso aquí. cristiano no católico cuando dijo duerman duerman que las madres están contentas cuando sus hijos llegan a casa después de una noche de porque ya están en casa y están contentos porque descansa el Señor los bendiga.

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