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UNA EXPERIENCIA INOLVIDABLE

Habló el joven que burló la seguridad en el predio de la AFA para conocer a Messi

Desde la ciudad de Azul, donde tiene domicilio y estudia como DT, Fernando Palacios le contó a La Brújula 24 la travesía que lo tuvo como protagonista.

Fernando Palacios (con una pelota en sus manos) rodeado de sus amigos en el banco de suplentes del club Chacarita Juniors de Azul. Desde esa ciudad conversó con La Brújula 24.

Por Augusto Meyer / Redacción de La Brújula 24

Fernando Palacios atendió el llamado de la redacción de La Brújula 24 cómodamente sentado en las tribunas del estadio de Chacarita Juniors, en la zona sur de la ciudad bonaerense de Azul. No fue el único contacto que por estas horas mantuvo con un medio de comunicación, ya que viene de protagonizar un curioso hecho en la previa del festejo de los campeones mundiales en su tierra y ante su gente.

Palacios es ese joven azuleño que logró “la hazaña de su vida”: burlar el blindaje en torno del predio de la AFA en Ezeiza para llegar hasta el vestuario de la Scaloneta y caer rendido ante su máximo ídolo: Lionel Messi.

El joven, que estudia la carrera para ser técnico de fútbol, confió que el miércoles al amanecer saltó de la cama decidido a llegar a llegar a estar con el astro de la Selección. No le interesaba ver el partido en el Monumental ni esperar el ingreso o egreso de las combis con los jugadores albicelestes.

Llegó a la ruta 3, en las afueras de Azul, e hizo “dedo”. Lo levantó un camión que lo “acercó” hasta Cañuelas. En colectivo se acercó hasta el predio de Ezeiza donde entrena la Selección, y empezó el nudo principal de su travesía.

Palacios sorteó todo tipo de obstáculos -materiales y humanos- hasta que llegó al sector de los vestuarios. Según contó, ahí tuvo el guiño cómplice de Gio Simeoni. El jugador del Nápoli le indicó dónde estaba Lionel.

La imágen (movida) del azuleño junto a su ídolo, Lionel Messi, en el vestuario del predio de la AFA.

“Primero tuve que pasar a Rodrigo De Paul, Paulo Dybala y Leandro Paredes, que son algo así como sus guardaespaldas (se rie) y le pregunté a Lio si nos podíamos sacarnos una selfie. Me hizo seña para sentarme a su lado y me preguntó ‘qué hacés acá’. Le conté de mi sueño de ser entrenador y le dije de sacarnos una foto. Me dijo que no tenía problemas pero, de los nervios, no pude hacer buenas tomas. De pronto vino un hombre, no sé si un utilero o quién, y me dijo que no podía estar ahí. Cuando me sacaban le dije a Lionel que, como las fotos no eran de buena calidad, si podíamos hacer unas tomas afuera y me dijo que sí. El tipo es muy humilde y piola, como se lo ve por la tele”, comentó el hincha.

Palacios se tomó unos minutos para atender a este medio mientras esperaba por ver al “funebrero” azuleño, club al cual regresó en el final de una prolífera carrera deportiva Matías “Chavo” Alustiza, un delantero que brilló jugando para equipos mexicanos y en planteles de la Primera y el Nacional B, ambos de AFA.

Fernando es consciente que su logro quedará para la historia en el anecdotario de lo que fueron las primeras presentaciones de los dirigidos por Scaloni tras la consagración en Qatar. “Tengo un hijo de 5 años que no lo puede creer. De hecho, yo me fui de Azul sin decirle a nadie lo que iba a hacer, y yo estaba confiado y seguro que lo que me había propuesto lo iba a lograr”, expresó.

La travesía de Fernando Palacios fue reflejada, entre otros medios además de La Brújula 24, por el diario deportivo Olé.

Contó también que, antes de ser “demorado” por el personal del predio de la AFA, logró enviarle a algunos contactos las selfies con Lio, ante la posibilidad de que le hicieran borrar las imágenes por la forma “furtiva” en la que fueron captadas. “Nos quedamos charlando con los de seguridad. Primero me retaron bastante, pero después como que entendieron que no tuve segundas intenciones y que, en definitiva, no hice nada malo”, precisó.

“Menos mal que lo hice porque, efectivamente, cuando me retuvieron el teléfono unos minutos, me eliminaron las fotos. Estuve un rato demorado en Ezeiza hasta que me dejaron ir, luego de constatar que no tengo antecedentes ni pedido de captura”, dijo y mencionó que regresó a su ciudad natal, mitad en tren y el resto en colectivo.

A su regreso a su querido Azul, ciudad de poco más de 65.000 habitantes situada en el centro de la provincia de Buenos Aires, Palacios se encontró con el atardecer del jueves. Cansado por todo el trajín se acostó a dormir. Cuando este viernes despertó, comprobó que su teléfono estaba abarrotado de mensajes. Familiares, amigos y conocidos lo reconocieron en medios digitales, televisivos y por redes sociales como ese joven que burló la seguridad del predio de la AFA y logró estar sentado junto a Messi, como uno más.

Finalizado el contacto con este medio, Fernando Palacios volvió la vista hacia el campo de juego del “funebrero” azuleño mientras sigue pensando y soñando con llegar a ser director técnico. Mientras tanto nadie puede quitarle el mérito de haber hablado con uno de los mejores jugadores de fútbol de todos los tiempos.

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