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CRIMEN DE BÁEZ SOSA

“Le sostenía la cabeza a Fernando y le pedía que se quede conmigo”

La fuerte expresión surgió de Virginia Pérez Antonelli, la joven que trató de reanimar a la víctima cuando estaba desvanecida.

Tras su contundente declaración contra los ocho acusados, Virginia Pérez Antonelli lloró y se abrazó con el padre de Fernando Báez Sosa y el Tribunal N° 1 de Dolores impuso otro cuarto intermedio. Al salir del juzgado, la testigo dio detalles a la prensa sobre su participación en el debate: “Adentro me armé como un caparazón, soy una persona bastante dura, y cuando vi que me estaban atacando, yo avisé desde ante de entrar: no les conviene atacarme por ese lado porque yo tengo con qué defenderme”.

Luego, la joven habló sobre los cuestionamientos que le hizo la defensa de los acusados: “Me preguntaron si estaba certificada [para hacer RCP]. Me dijeron: ‘Decinos cómo se hace RCP paso por paso’. Tuve que dar cátedra de RCP. Yo cuando vi que lo estaban haciendo demasiado brusco y atolondrado, dije yo me voy a encargar de sostenerle la cabeza y de ir indicándole a ellos cómo tienen que hacer, en qué velocidad y con qué fuerza, y que se encarguen porque yo lo hice un ratito, soy chiquita, y lleva mucho tiempo y mucha fuerza”.

Pérez Antonelli relató que durante su declaración mostró una foto que sacó en el momento que trató de reanimar a Baéz Sosa. “Se ve mi mano y rastros de sangre que tenía yo, porque cuando le sostuve la cabeza, se lo llevan, saco las manos, tenía sangre por el golpe, por la patada que le dieron”, dijo sobre la imagen en cuestión. Y agregó: “Cuando empecé a mostrar la foto lo primero que veo son ellos dos que me estaban mirando con una sonrisa y ahí dije ‘tengo que agarrar más coraje todavía porque están confiando 100% en mí’. Me estaban sonriendo y eso me dio el doble de fuerza para decir ‘somos todos la voz de Fernando’”.

Al retomar los detalles sobre su declaración, la testigo dijo: “Hubo unos segundos de shock donde yo mantuve las manos en la cabeza y no podía parar de mirarlo fijo a la cara porque le hablaba y le decía: ‘Quedate conmigo’. Se lo dije mirándolo a la cara para ver si reaccionaba. Y ahí fue cuando más atención le presté a la cara, le vi el golpe que tenía en la cara, y mismo el golpe en la cabeza. Yo solo pude ver eso porque le presté mucha atención a él a ver si hacía algún gesto, si abría los ojos. No los abrió. Fernando estaba sin respirar y sin conciencia”.

En cuanto a la actitud de los imputados, Pérez Antonelli recordó: “Les pude ver la cara de asco que tenían, el primero que salió me miró y me tiró un gestito, eso no me lo voy a olvidar jamás en la vida. Como un gestito con la boca que dije: ‘Qué hijo de mil puta’. Y se lo dije: ‘Qué hijo de puta’”. Y agregó que “fue uno de los Pertossi”.

Por último, la joven habló de su emotivo encuentro con los padres de la víctima al terminar su declaración testimonial. “Cuando me paré y los vi tuve la posibilidad de hablar con ellos [con los padres], los abracé, me dijeron que iban a estar agradecidos conmigo toda la vida”, cerró Pérez Antonelli.

Fuente: La Nación

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