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Juan Ignacio Manino, una promesa de Buratovich que sueña con jugar en River

Tiene 13 años y quedó seleccionado en el distrito de Villarino para probarse la semana que viene en el club de sus amores.

Por Cecilia Corradetti, para La Brújula 24 / [email protected]

Era muy pequeño cuando comenzó a patear con gran destreza la pelota, de modo que sus padres no dudaron en que fuera a practicar al CEF de esa localidad del distrito de Villarino para, poco después, ya a los 7 años, pasar a formar parte de la escuelita de Fútbol y Tenis Club de Mayor Buratovich.

Tal vez por eso, Juan Ignacio Manino (“Juani captó la atención de entrenadores de equipos de Primera en dos ocasiones. Y ahora, con muchísima felicidad y gran expectativa, va por la tercera que, por qué no, puede ser la vencida.

Es que un grupo de captadores de River Plate, justamente el club de sus amores, estuvieron presenciando entrenamientos en el Club Social Hilario Ascasubi, a escasos kilómetros de su localidad, y también en Punta Alta.

“Juani”, por supuesto, estuvo entre esos chicos y quedó seleccionado para presentarse el próximo lunes 15 con el objetivo de formar parte de la práctica de las inferiores, categoría 2009 de River.

Así las cosas, contó a La Brújula 24 su mamá, Yésica Schamber, la pequeña figura de Fútbol y Tenis Club se codeará con otros jugadores de Núñez durante toda una semana.

Hijo de una empleada municipal y de un comisionista, tiene otros dos hermanos, Sofía, de 17 años, y Lucas, de 8. Debido a que el viaje, alojamiento y estadía en esta ocasión corre por cuenta de la familia, a la que se le hace cuesta arriba, se inició una campaña de rifas para recaudar dinero. Los pobladores de “Burato” se pusieron la “10” y todos los números se vendieron rápidamente.

“Muchísima gente del pueblo y de toda la zona colaboró comprando. Estamos felices y agradecidos por este gesto”, dijo la mamá.

Si bien Juan Ignacio es consciente de que lo espera una gran oportunidad, su familia le dejó muy en claro que es momento para disfrutar, más allá de los resultados.

“Por supuesto que todos esperamos que le vaya bien y que finalmente pueda quedar en el plantel, pero por sobre todo queremos que disfrute sin presiones y que sea consciente de que no cualquiera, a su edad, tiene la posibilidad de entrenar nada menos que en River Plate. Eso sí: vamos paso a paso”, advirtió Yesica, quien acompañará a su hijo en esta inolvidable experiencia.

Yesica y Juani se alojarán en un hotel de Núñez. El niño deberá viajar diariamente a la pensión donde residen los jugadores de su categoría para iniciar así las prácticas.

Tanto su abuelo paterno, Alberto Manino, como su papá Sergio, fueron grandes figuras del Fútbol y Tenis Club. Juani, sin embargo, aspira a más.

En dos oportunidades, una de ellas con Argentino Juniors, en Bahía Blanca, también fue señalado como una promesa y eso lo motivó para continuar entrenando y volcando todo su esfuerzo en la cancha.

Hoy juega en dos categorías: en la 2009 y en la tercera división del fútbol mayor. En ambas como delantero.

“Esto hace que prácticamente todos los días, de lunes a lunes, esté en contacto con la pelota debido a los entrenamientos de las distintas categorías y los cotejos que se disputan los fines de semana”, amplió la mamá, quien pertenece a la subcomisión de fútbol infantil.

Nacido el 11 de mayo de 2009, concurre al segundo año de la secundaria en la Escuela de Educación Media 2 de Mayor Buratovich.

“Le cuesta, él está pensando siempre en jugar al fútbol, por eso hay que seguirlo de cerca”, señala la mamá.

Amiguero y familiero, es fan de Lucas, su hermano menor, que también ama la pelota. Casi todos sus cumpleaños, como no podía ser de otro modo, los festejó en canchitas de fútbol 5.

Con la meta muy clara de convertirse algún día en jugador profesional, Juan Ignacio Manino va tachando en el calendario los días que le quedan para entrar a la cancha que siempre soñó, mientras su mamá recuerda miles de anécdotas.

“Tengo en la memoria algún que otro vidrio roto y episodios que lo pintan de cuerpo entero, como cuando llovía a cántaros antes de un partido y con sus sietes años se puso la camiseta y me dijo: ‘¿Qué mejor que jugar con lluvia?’”, evocó.

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