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"Imperdonable" no verla

Tras veinte años presa por matar a un policía, vuelve a recuperar a su hermana

Tal es la fuerza de la trama de “Imperdonable”, la película que trae nuevamente a Sandra Bullock a las marquesinas, en su renovado doble rol de actriz y productora.

Por Fernando Quiroga
Especial para la Brújula 24
Miami, Florida, Estados Unidos.

Si algo le faltaba a Sandra Bullock, era la legitimidad de un papel lo suficientemente dramático para que la mira de los Academy Awards, la alcance nuevamente. Yo no puedo expresarles exactamente lo que se siente al verla en los pies de Ruth Slater, la protagonista del film The Unforgivable (Imperdonable, literalmente) porque enunciar el argumento hasta parece vacío, o mejor dicho, igual a todos los resúmenes de tramas en una era donde ya casi nada nos asombra. De todas maneras, voy a intentarlo: una ex convicta sale de la cárcel tras 20 años de encierro y busca contactar con su hermana menor, a la cual crio y le fue arrebatada (por cuestiones obvias) por los servicios sociales. El crimen de Ruth Slater es inexcusable, acá y en la china… mató un policía, y (realmente) a uno de los buenos y queridos por su comunidad.

La película, además de abordar fuertemente la problemática de la reinserción social, nos recuerda un paradigma al que, sin vueltas, tememos y mucho. Déjenme formularlo, tal vez como oportuno axioma: “el mundo es injusto” y, seguramente, algún lector de rápida respuesta, añadirá un plus negativo a la enunciación, pero créanme que no tiene esa intención. Digo que el mundo es injusto, porque el concepto de justicia, es un principio que nace a partir de la ética humana, y que, es inherente, naturalmente, a la interacción entre los hombres. Claramente, de por sí, el universo no tiene porqué ser justo, ¿se entiende? Más allá de las creencias religiosas, no sabemos de una trama sobrenatural que vaya sosteniéndonos el camino afable mientras transitamos; no, definitivamente no; y si a eso le sumamos las acciones adversas de los hombres frente a lo culturalmente no admisible, se complica aún más.

El personaje que construye Bullock, Ruth Slater, transita ese mundo de injusticia natural y, sufre la suma de las fuertes desavenencias culturales al respecto, una condena indescriptible, no irracional pero previsible. Transita esa condena, con el estoicismo de los que arriban a lo inevitable, cuando en verdad (y créanme que no es spoiler sino, claramente, un principio de justicia que puedo regalarle a esta crítica) es una heroína.

Los roles de Vincent D´Onofrio y Viola Davis, brillan en perfecto compás y proporción con el peso dramático de la protagonista; son óptimos apoyos en momentos más que claves para que el desarrollo de la historia sea una sincronía de esperanzas.

Para los melómanos también hay espacio de sorpresa; uno de los personajes principales, en un momento de máxima tensión, interpreta una versión en piano del clásico de Radiohead “Everything In Its Right Place” (¡qué ironía el título!); una sutileza que habla de la exquisitez de la directora Nora Fingscheidt a la hora de determinar puntualmente los climas.

No diré más, sólo que tienen que ver este estreno reciente de Netflix que, con o sin justicia, reclama silenciosamente un Academy Award como mejor actriz para Sandra Bullock

Señores, si le dieron uno a Julia Roberts por Erin Brockovich, ahora tienen oportunidad de equilibrar la balanza…

Dígnese nuestro público de proveer conformidad

Será Justicia.

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