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En LA BRÚJULA TV

Edgardo Levantesi recordó a su amigo Carlos Sánchez: “Era una persona alegre y muy optimista”

Alrededor de 50 años de una amistad entrañable compartieron el empresario Edgardo Levantesi y el humorista Carlos “Cacerola” Sánchez, quien ayer falleció tras no poder recuperarse de un cáncer de riñón que lo tuvo a maltraer durante un prolongado tiempo.

Ayer, en LA BRÚJULA TV, Levantesi repasó anécdotas y pasajes de una vida compartida junto a Sánchez, a quien recordó como una persona “extremadamente optimista” y un “amigo de esos que usa las dos orejas para escucharte”.

“En Buenos Aires, donde forjamos principalmente nuestra amistad, nadie lo conocía como Cacerola y por ahí se me escapaba y nadie lo entendía. Venía mucho al restaurant que yo tengo allá y fue ahí donde solidificamos un vínculo muy importante. Fueron alrededor de 50 años”, mencionó.

Levantesi comenzó a sospechar que sus problemas en el riñón se habían agravado en las últimas jornadas, cuando notó que su amigo tardaba demasiado en contestarle los mensajes a través de WhatsApp.

“Hace dos o tres días le costó mucho escribirme, porque de hecho demoraba para enviarme los mensajes por WhatsApp. Alcanzó a ponerme que la estaba pasando muy mal con los dolores que tenía producto de la enfermedad”, dijo.

De todos modos, el empresario estaba confiado con que, una vez más, Sánchez pudiera recuperarse.

“Él era una persona muy optimista y siempre decía que iba a salir adelante. Yo estaba convencido de que iba a ser así. Además, lo veía muy bien en lo afectivo, ya que había recuperado una buena relación con toda su familia. Eso es lo que me queda, que gracias a Dios, se fue en paz con sus seres queridos”, rememoró.

Uno de los principales atributos que tenía Cacerola como humorista era sin dudas su inconfundible y contagiosa risa. Y según su amigo, era algo que le salía natural, incluso hablando con gente desconocida.

“Muchas veces se nos acercaba gente a conversar en el restaurant y él entablaba enseguida una charla y se empezaba a reir de la misma manera que después lo hacía en la televisión o en sus shows. No era algo que forzaba, le salía naturalmente”, dijo.

“Lo voy a recordar como un amigo de esos que usaba las dos orejas para escucharte y comprenderte. Podías contar con él siempre y eso es principalmente lo que se va a extrañar”, cerró.

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