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El video político del año

Los adversarios más acérrimos se cruzaron en un restaurante. Miradas cruzadas y alta tensión. Imágenes exclusivas. Además, apostillas de la visita de Vidal. Susbielles suma sindicalistas. Los 50 de Feliú. Y más…

Video exclusivo: miradas cruzadas

Tensas miradas se vivieron el viernes al mediodía en el restaurante del Hotel Land Plaza. Cambiemos desembarcó a pleno y la gobernadora Vidal lo utilizó, como en otras oportunidades, como base de operaciones.

A la hora del almuerzo se dispuso una larga mesa para los legisladores amarillos, funcionarios provinciales y el intendente Gay. A centímetros estaba ubicado un dúo repelente para los cambiemitas: Dámaso Larraburu y Alfredo Dagna. El dirigente histórico del peronismo y el vicepresidente de Olimpo estaban departiendo y comiendo ensaladas.

Una cámara de Bahía Indiscreta pudo captar en exclusiva el momento. Miradas de reojo y una “tensa calma”. Paradójicamente las sillas de ambos bandos quedaron casi pegadas. El destino quiso que las más cercanas, a pocos centímetros, fueran la de la senadora Nidia Moirano y la de Larraburu. Acérrimos enemigos políticos y personales.

También hay que recordar que Dagna y el oficialismo local “tienen la peor”. Hubo varios cortocircuitos en el último tiempo y la relación terminó de dinamitarse luego del apoyo del dirigente deportivo a Federico Susbielles.

En la mesa amarilla. El intendente Héctor Gay, los senadores Nidia Moirano, Andrés De Leo y Julieta Centeno. Además, el diputado Santiago Nardelli, el Ministro de Ciencia y Tecnología Jorge Elustondo y el subsecretario provincial de Asuntos Municipales Alex Campbell. Y el secretario de Gobierno Municipal Fernando Compagnoni, junto a un funcionario comunal de Punta Alta.

En la mesa peronista, Dámaso Larraburu y Alfredo Dagna.

La esperanza de Vidal y apostillas imperdibles

A Vidal se la vio más entusiasta que nunca. Postura fingida para sostener a la tropa o no –en todo caso eso deben hacer los líderes–, la Gobernadora pasó por Bahía y la región para retener –y si se puede– ampliar los márgenes electorales obtenidos en la Sexta.

Estas tierras son una isla en un mapa nacional lleno de derrotas para Cambiemos, por eso MEV se siente segura y protegida. Junto con Mar del Plata, Bahía es una de las ciudades donde más cómoda se siente. Y ya le ha dicho a sus íntimos que si alguna vez tuviera que elegir nuevo destino
serían estas las localidades elegidas.

“¿Ya me das por muerta?”, lo paró en seco Vidal a alguno que se acercaba a darle elegantemente una especie de pésame político. En gran parte de Provincia, la gobernadora perdió por mucho. Aquí cosechó más votos que nadie. Y esa imagen positiva es una de las claves del equipo amarillo para lograr la reelección de Gay.

En contrapartida a lo que sucede en la mayoría de los distritos, donde la boleta provincial y nacional tiró para abajo a los candidatos locales, acá sucedió lo contrario. Vidal sigue traccionando votos y los locales irán a la caza de ellos. Es decir ciudadanos que en la PASO no votaron al Intendente pero sí a María Eugenia. “Esos votos pueden haberse dispersados en agosto, pero en octubre vuelven. De ninguna manera se irán con el kirchnerismo”, repiten cerca de Gay.

Los asesores políticos de Vidal le aseguran que la ciudad seguirá siendo amarilla. De no ser así es porque aconteció la catástrofe total y Cambiemos desapareció. “Si en Bahía, que es uno de los últimos bastiones, nos llegara a ir mal, es que no se ganó en ningún otro lado y estaríamos
prácticamente extinguidos”, reflexionan.

Además de las recorridas y las entrevistas, Vidal encabezó un acto en el Club Villa Mitre. Allí, Gay y los suyos juegan de local por la estrecha relación con sus dirigentes. Antes se había reunido a solas en el tercer piso del diario La Nueva Provincia con Gustavo Elías. Según pudo saber esta sección, en la charla se habrían planteado cuestiones “delicadas” que se mantendrán en secreto.

Luego, y antes de pernoctar en el Hotel Land Plaza, la Gobernadora fue a comer a Gambrinus. Compartió una entrada de jamón crudo, queso gruyere y rabas. Y luego como plato principal optó por raviolones de pollo y hongos con salsa suave de tomate. Tomó Pepsi Light. A su lado, Gay se inclinó por un pescadito grillé con puré de papas. Y aunque desfilaban las botellas de vino tinto Sottano, el jefe comunal pidió agua mineral.

Susbielles con sindicalistas y el cumple de Feliú

Susbielles no pierde tiempo. A su ritmo, sigue adelante con reuniones y con recorridas. Una vez regresado de su fugaz viaje a China, revelado en exclusiva por esta sección, volvió a meterse en la campaña.

En los últimos días reforzó la pata sindical. El viernes participó de dos comidas: por un lado con afiliados de Empleados de Comercio. Y posó con Migue Aolita. El líder de calle Rodríguez blanqueó su apoyo al Chubi. “Yo nací peronista y voy a morir peronista. ¿A quién voy a apoyar?”, repite.

Por la noche se juntó con un nutrido grupo en la UOM. Con la presencia de varios gremialistas y dirigentes justicialistas, les aseguró que “hay que trabajar a full porque el triunfo está a la mano señores”. Uno de los que se acercó y que se llevó todas las miradas fue Ricardo Germani. En los últimos años, el exjuez de faltas prefería mantenerse al margen de estos encuentros partidarios por una cuestión de decoro. Ahora eso ya quedó atrás.

Uno que no pudo asistir por fuerza mayor fue Marcelo Feliú. Esa noche su familia y amigos le organizaron una fiesta sorpresa en un salón de Solares Norte: cumplió 50 años. Los esperaban su grupo político, amigos del Colegio Don Bosco y familiares con una torta hecha por su esposa Romina y un video que repasó su vida íntima y su carrera.

Cuadro

Ana María Quaglia tiene 75 jóvenes años. Como mucha gente, goza sus ratos libres con un hobby, que en su caso es la pintura. Y el viernes último se reencontró con María Eugenia Vidal.

Hace ya un tiempo, en plena campaña de 2015, Ana tuvo la oportunidad de conocer a una dirigente política que recorría incansable la provincia a la que aspiraba a gobernar. En esa charla de mujeres, le contó sobre sus cuadros y le hizo una promesa: “Si llegás, te voy a regalar uno tuyo”. Pasó el tiempo, pero la promesa seguía rondando su mente.

En el Coloso de Villa Mitre, retrato en mano, Ana esperó paciente a la mujer que había conocido en 2015. “Llegaste. Sos gobernadora, y vengo a cumplir con lo que te prometí. Este es mi regalo para vos”, le dijo emocionada.

Ataque canino

Los periodistas andamos de mala racha. La semana pasada, a uno le llenaron el taque con el combustible equivocado. Ahora a Anabella Tarabelli, de Canal Siete, la atacó ferozmente un perro.

Cuando iba a buscar a una de sus hijas a lo de una amiga, y mientras tocaba el portero del frente de la casa, el perro de la familia colocó la cabeza entre las rejas y le tiró el tarascón en un brazo.

“Era un Golden. No pensamos que podía ser así de agresivo porque es una raza que tiene fama de llevarse bien con los chicos. La verdad es que fue una herida importante, que además sangró mucho. Tuvieron que ponerme puntos porque con los dientes me arrastró parte de la piel. Todavía
tengo los moretones”, comentó la conductora del informativo del canal local del Grupo Clarín.

Y para colmo de males, cuando fue a hacerse las curaciones en la guardia del Privado del Sur, tuvo que esperar casi dos horas para que la atendieran. “Estaba lleno de gente; la mayoría engripada. El médico hizo un trabajo excelente, pero se lo veía desbordado. Claramente tendrían que poner algún otro profesional”, señaló en dialogo con esta sección.

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