Boqueteros roban en una joyería céntrica

En la madrugada del miércoles pasado, al menos tres boqueteros robaron en la conocida joyería Debernardi, ubicada en Zelarrayán al 100. Hicieron un hueco en el techo, bajaron siete metros y se llevaron seis relojes, con una amoladora abrieron una caja de seguridad del depósito porque no pudieron entrar al salón. Por eso se cree que hubo algún trabajo de inteligencia previa.

Alrededor de las 2, hubo una llamada por parte de la empresa de seguridad privada a los dueños dando aviso de que se activaron las alarmar. Uno de los titulares de la firma miró las imágenes a través del teléfono, al no tener registro de lo que pasaba en el depósito, le dijo que no había pasado nada. No obstante, los agentes de Securitas revisaron con linternas y nada les llamó la atención.

A las 9 de la mañana del 6 de septiembre, cuando llegó la primera empleada observó el boquete, mampostería desparramada porque los ladrones cortaron la loza con mechas muy potentes, perforándola agujerito por agujerito. Ingresaron por un sector donde están los caños de alumnio de la ventilación. Se alzaron con dos Rolex (uno de dama y uno de caballero), otros dos marca Gladiador y los restantes Gerard Perregaux, cada uno con sus respectivos estuches.

Todo está valuado en unos seis mil dólares. Para retirarse pusieron una escalera sobre una heladera y lograron acceder al boquete que habían realizado. Mirando cámaras de seguridad de las adyacencias se vio estacionada una camioneta blanca. Al lado de la joyería hay un terreno baldío y arriba del comercio asaltado había tiempo atrás un local que tiempo atrás había sido alquilado a un showroom, por el cual entraron para hacer el boquete. Se cree que los ladrones trabajaron entre dos y tres horas y nadie dijo haber escuchado nada.

Juan José Debernardi, dueño de la firma asaltada, habló esta mañana con LA BRÚJULA 24: “Otra vez nos robaron, en variedad fue un robo rápido pero organizado. Mucho no sabemos todavía, estamos esperando novedades, pero está todo en stand by”.

“Las teorías que tienen es que podrían tener información, pero puede ser también al azar. El lugar de al lado está vacío, creo que van a hacer una cocheras. Del depósito al local hay una reja, está todo sectorizado. Es como que quedan ahí y a los 6/7 minutos que suena la alarma, se fueron, agarraron lo que tenían ahí”, sostuvo Debernardi, en su charla con el periodista Germán Sasso.

Luego, teorizó que “de todas formas, las alarmas que suenan afuera la gente ni las escucha. Ayer estuvimos haciendo unas pruebas, con los sensores, estaba parado en la vereda y veía cómo la gente pasaba de un lado a otro y nadie se daba vuelta”.

“Calculo que en ese momento alguien habrá escuchado un ruido. Filmados hay dos -delincuentes- pero aparentemente son más, hay una pista que tiene la policía de un auto, todavía están siguiendo esa pista pero no avanzaron mucho”, sintetizó. 

Por último, refirió que “tenemos un seguro, pero no es acorde a una joyería, es como tiene cualquier comercio por daños a terceros, incendio de edificio. Creo que me van a cubrir algo respecto del boquete y los daños, pero con la mercadería es algo mínimo”.

Se trata de un lugar con antecedentes de robos cuantiosos. Cada diez años suelen ser blanco de los delincuentes y en anteriores ocasiones los asaltos fueron esclarecidos, con algunas particularidades teniendo en cuenta que los autores de los ilícitos terminaron muertos, con partes de su cuerpo amputadas o, en el mejor de los casos, presos.