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MACABRAS CONTRADICCIONES

“Le pegué pataditas en la cola”, confesó la madrastra de Lucio Dupuy

El informe autopsial ratifica que el nene recibió mucho más que golpes leves y circunstanciales. El 2 de febrero se conocerá el fallo del tribunal que la juzga a ella y a la mamá del nene.

El miércoles 7 de diciembre, en la audiencia número 14 del juicio por el cruel asesinato de Lucio Dupuy -el chico de cinco años que fue torturado hasta la muerte en La Pampa- Abigail Páez, acusada del crimen junto a Magdalena Espósito, su pareja y la madre de Lucio, levantó la mano y pidió hablar.

Su abogada, Silvina Blanco Gómez, le dijo a la jueza que su defendida “tomó la decisión de declarar sin responder preguntas”. En ese momento se generó una situación de tensión en la sala y el que tomó la palabra fue Pablo de Biasi, letrado de Magdalena Espósito, la madre de Lucio. “Mi clienta prefiere retirarse y no estar presentes en este testimonio”. Efectivamente, la mujer se fue de la sala y no escuchó el testimonio de su pareja, ni siquiera por los parlantes.

Cuando las condiciones estuvieron dadas, Páez comenzó a hablar. Inició su relato contando cómo había sido aquel 26 de noviembre del 2021 para ella, el día en que Lucio fue asesinado. La mujer contó que cuando se hizo de noche, llevó al trabajo a Magdalena y luego volvió a su casa para “cuidar a Lucio”.

Dijo que estaba sola con Lucio y confesó que lo golpeó “porque se mandó un moco”. “Entonces lo tomé del brazo y le pegué varias pataditas en la cola. Fue todo muy rápido, no sé. Le pegué y no medí donde, ni sé por qué tampoco. No le encuentro una explicación todavía”, digo Páez.

Horas después de esa escena, Lucio Dupuy morió en un hospital de Santa Rosa.

Abigail Páez el día que declaró en el juicio que se realiza en La Pampa.

Este relato choca de lleno con las pruebas que se presentaron en el debate que hablan de golpes, mordeduras y heridas mucho más graves, signos de abuso sexual de data histórica y reciente.

“No le encuentro una explicación todavía. Sé que lo lastimé, me di cuenta en el momento e intenté remediarlo. Luego, lo alcé y lo llevé a la ducha porque pensé que iba a reaccionar. Él intentaba hablar, estaba consciente todavía. Se bañó parado. El me intentaba hablar, como para decir algo, pero no le salían las palabras”, indicó.

El informe autopsial firmado por Juan Carlos Toulouse habla de lesiones muchos más graves que unas “pataditas en la cola”. Por ejemplo: un fuerte golpe que le afectaba la cadera, el glúteo y la pierna, con una data de 7 a 8 días. Además, el informe relata, por lo menos, una decena de golpes que se produjeron ese mismo día del asesinato.

De todo esto, Páez no dijo una sola palabra. Pero continuó con su relato de aquella noche.

“Como vi que se estaba debilitando o desvaneciendo, no sé, lo saqué de la ducha, lo tapé con su toallón y lo llevé a mi pieza. Después lo senté en la cama y me fui a buscar ropa a su pieza para cambiarlo, lo más rápido posible porque era una situación muy desesperante en la que no sabía cómo reaccionar, ni que hacer para que él se recomponga”, continuó la acusada.

Páez, en este tramo de su relato, siempre en medio de un llanto constante y ante el silencio de toda la sala, explicó el momento en que, siempre según su versión, Lucio perdió el conocimiento: “Cuando voy a buscar ropa para cambiarlo escucho un golpe y cuando vuelvo lo veo que están él estaba tirado en el piso, sin reacción. De cara al piso. Ni siquiera había apoyado las manos. Como si estuviese desmayado, no sé. Entonces yo por el mismo temor lo toqué con el pie para ver si reaccionaba y vi que no tenía respuesta de él, entonces me acerqué y lo di vuelta, lo puse boca arriba”.

La mujer explicó que intentó reanimarlo, pero aclaró que no sabía cómo hacerlo. “Lo levanté a upa y traté de ponerlo en mi hombro para que estuviera bien acomodado y no se me cayera. En ese momento el vómito cuando estábamos por salir de casa, no sé si en el comedor. Largó como una bilis, un vómito transparente. Y nada, después lo lleve a la salita. Ahí llegamos al hospital y me dijeron que había fallecido, que no tenía vida”.

Para los fiscales, el testimonio de Páez ante los jueces no es verídico. Están convencidos de que Lucio fue golpeado muchas horas antes, con más brutalidad y en presencia, también, de su madre, Magdalena Espósito, que luego se fue a trabajar como si nada.

El jueves 2 de febrero la jueza Alejandra Ongaro y sus vocales Andrés Olié y Daniel Sáez Zamora decidirán el veredicto para las dos acusadas.

Fuente: Infobae

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