“Nos exigen el uso de tapabocas, pero a los chicos los atacan las víboras”

Natty Petrosino sigue viviendo un verdadero calvario en El Impenetrable formoseño, perseguida tanto ella como sus colaboradores, al punto de ser hostigada por el propio gobierno provincial que le hace la vida imposible, pese a la tarea comunitaria que la bahiense lleva adelante desde hace muchísimo tiempo y, en esta ocasión, con la entrega de las donaciones de vecinos de nuestra ciudad y la región.

Tendiéndole una mano a la comunidad Wichi, la cual vive en condiciones prácticamente inhumanas, encontró múltiples escollos para desarrollar su tarea solidaria. Desde la detención y aislamiento de su colaborador y los choferes de los camiones, hasta los desafortunados dichos de Rafael Silva (titular de la Unidad Provincial Coordinadora del Agua), un funcionario de segundo orden del gobierno de Gildo Insfran que le exigía distanciamiento y alcohol en gel, en un lugar donde la población no tiene techo ni agua potable.

Natty le envió un mensaje de audio a LA BRÚJULA 24, manifestando su descontento con la actitud del Estado provincial: “Cuando veo la actitud de Silva, de un médico tan irresponsable en estos momentos pienso qué poco se usa la mente inteligente que nos dio Dios para darte cuenta de algunas cosas. Cómo vas a venir a lugares como el Divisadero a darnos un mensaje como el que se da en Alemania y Suiza, donde la gente tiene agua, alcohol en gel y jabón”.

“Acá apenas tenemos agua y apenas algo de jabón y mucho menos alcohol en gel. Y te venís con un discurso en el que decís que tenemos que ponernos tapaboca, guardar distancia, lavarnos las manos y ponernos gel todos. Por qué no venís con la gente que te manda, con estos calores, a dormir acá como lo hacemos nosotros. Nuestra gente tiene que dormir a la intemperie porque dentro de la casa no se puede. Vení una semana con tu familia a ver si vas a guardar distancia. Tenés que estar como ellos, en familia”, señaló, elevando su tono y la indignación.

Y concluyó, visiblemente molesta, “El otro día una víbora casi mata a un chico. Hay también escorpiones, todos tipos de animales. Acá la gente va a morir por las picaduras, pero claro, ustedes duermen fresquitos en su casa. Tienes que venir a ver cómo vive la gente. Acá, en nuestra comunidad, tenemos cerca de 7 mil aborígenes. Les construí una cabaña de 7×4, revestida con media sombra, para que podamos dormir de noche y que una víbora pique a nuestros niños. Entendiste, cabeza de chorlito”.