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informe especial

¿Se pueden evitar las recurrentes muertes en el mar?

Los casos se repiten en toda la costa, también en otros espacios públicos. Y van en aumento año tras año. Un especialista revela una serie de tips enfocados en la prevención.

Por Juan Tucat, redacción de La Brújula 24 (@JuanTucat)

El verano avanza. Y hay situaciones que lamentablemente se repiten año tras año.

En el transcurso de los últimos días hubo algunos episodios que ocurrieron tanto en localidades de la región como en el propio balneario Maldonado. Hablamos de vidas que no se recuperan, familias que nunca volverán a ser las mismas.

A saber, por ejemplo, la desaparición de un joven tresarroyense de 25 años que ingresó en Kayak al mar, en Claromecó, y nunca volvió a salir. Las autoridades sólo encontraron el bote que había alquilado horas antes para entrar al océano.

También podemos mencionar la tragedia registrada en el predio bahiense ubicado en la Ruta 3, cuando un chico de 15 años murió ahogado. “Sus amigos creían que había salido del agua”, dijo a este medio una autoridad policial. Mientras, sigue la investigación para intentar determinar si hubo o no alguna negligencia.

Y si de un listado se tratara, todavía no termina enero y los casos se replican en todo el país. En Pinamar, Villa Gesell, otro joven de Bahía que falleció en Chubut tras voltearse su kayak en un lago. O bien lo suscedido en Cariló con otras dos personas. La cuenta da miedo.

Así era hallada la embarcación del joven desaparecido oriundo de Tres Arroyos.

Por eso, en este informe especial de La Brújula 24, la idea es acercar al lector una serie de recomendaciones para saber cómo reaccionar en momentos de emergencia. Es dejar de lado culpas y especulaciones, aportando posibles soluciones.

Nicolás Acuña es un conocido guardavidas de Monte Hermoso, aunque también suele desempeñarse en Europa cuando el invierno llega a este hemisferio. Y además, brinda charlas abocadas a la prevención. Sin dudas, palabra autorizada.

En tal sentido, comentó que “quizás siempre tenemos la misma sensación de que el guardavidas aparece solamente en verano y entonces uno se empieza a replantear cuando las situaciones se dan muchas veces. Una de mis principales tareas es concientizar sobre todas esas tareas y así generar conciencia”.

“Aparece el verano y se combinan un par de cuestiones que lamentablemente favorecen a la aparición de riesgos mayores, como el inicio de una temporada, donde hay mucha voluntad de entrar en el mar sin tener en cuenta las medidas y recomendaciones que no absorbimos antes”, consideró.

Y graficó: “Es una mezcla de desenfreno por el primer mar de la temporada, sumado a lo que se da entre las fiestas, la falta de conocimiento, el sobrepasar nuestros propios límites. No hablo de casos puntuales, son los factores de riesgo que nos llevan a que la tarea nos pueda demandar una intervención”.  

En esa misma línea, el profesional contó: “La primera recomendación es que cuando lleguen a la playa vayan a charlar con el guardavidas. Uno puede no saber qué significa la bandera o qué es una corriente de retorno, o bien dónde hay zonas de piedras. Pero el guardavidas lo conoce y cada lugar tiene su particularidad”.

“La gente respeta generalmente estas recomendaciones al momento que son dadas, lo que pasa es que las prevenciones que nosotros realizamos en el agua ya son cuando las situaciones las vemos peligrosas. Lo que podemos hacer antes, con educación, es evitar ponernos en situaciones peligrosas”, apuntó.

“Lo importante es trabajar en la educación”

Por otra parte, consultado respecto de la reacción en pleno momento de emergencia, Acuña indicó que “la respuesta es simple, aunque muy difícil de llevar a la práctica”.

“Lo que se recomienda es no intervenir en esos momentos, como pasó en el caso de Pehuen Có, con gente que por la cercanía familiar y el desborde emocional que esto generaba, intervino por delante del guardavidas”.

“Es una sensación que surge de manera natural, por eso está bueno tener un trabajo muy importante de conciencia sobre esa situación. Porque uno tiende a querer ir a buscar a esa persona, pero ni nuestros medios tampoco me permiten poder socorrerla, por adiestramiento, técnica o desconocimiento, lo que va a pasar es que en vez de una serán dos las víctimas”, argumentó. 

¿Qué hacer en esos momentos?

Según Acuña, “es fundamental mantener la calma, poder flotar y dejarnos llevar. Y aunque es contradictorio, porque lo que se recomienda es dejarse llevar más adentro, de esa manera usás la energía solamente para mantenerte a flote y el guardavidas sabe por dónde ingresar a buscarte”.   

Escuchá la nota completa en el aire del programa “Nunca es Tarde”, por La Brújula 24:

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