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habló en la brújula 24

“Duermo tranquilo porque soy inocente”, se defendió Lucarelli

El profesor disparó contra la mamá del chico víctima de abuso: “Es todo una gran mentira de una mujer muy manipuladora”. Y salió en defensa de los abuelos del pequeño, que están siendo juzgados.

Fotos: Pablo Noir (La Brújula 24).

Enrique Lucarelli, histórico profesor en establecimientos al que acuden personas con discapacidad y que está imputado por organizar orgías con menores de edad, visitó esta mañana los estudios de LA BRÚJULA 24 y se defendió de las graves acusaciones que recaen en su contra.

El próximo martes se conocerá el veredicto en relación a un juicio contra los abuelos de un niño que fue víctima de vejaciones. Ambos son personas cercanas a Lucarelli y hasta uno de ellos ya fue condenado. En el caso del docente, el debate oral está previsto para el año próximo.

“Duermo tranquilo. Soy inocente, está todo armado dentro de una gran mentira. No hablaría de falsa denuncia, pero podría llegar a serlo. No existió ese momento. Soy amigo íntimo del abuelo de este chico, está preso por otra causa que para mí también está armada. A la salida de mi trabajo pasaba a tomar unos mates al taller de serigrafía y lo ayudaba. Desde 2005 fue que empezamos a tener una relación más fluida”, expuso Lucarelli, en el inicio de su charla con el periodista Germán Sasso.

Luego, destacó que “cuando se armó esto hubo cinco pericias por parte de la Fiscalía con el menor, en la cual el chico estaba influenciado por la mamá. Si el chico metió en toda la fábula una serie de cosas, después hay que ver qué es lo real. En su testimonio, él amplía cosas que no existieron. Escuché su declaración en Cámara Gesell y creo que el menor no sufrió el delito de abuso, para mi él estaba muy sexualizado. Veía actitudes en él, las cuales le había advertido a su abuelo”.

“En el jardín de infantes consta un total abandono por parte de su madre que no asistía a reuniones, pedidos del servicio local a los que ella no acudía o cuando se golpeaba no se presentaba. Los padres del chico se separaban y la madre cambiaba mucho de novio, por eso pedí en el colegio que lo tengan en cuenta para que lo acepten para que le haga bien. La madre empezó a victimizarse y de ahí sale a la luz que el abuelo del chico había abusado de ella”, sostuvo en otro segmento de su testimonio.

Paralelamente, afirmó que “primero pensé que había un mal diagnóstico de la escuela, tengo 40 años de docente trabajando con psicólogos. Cuando me enteré de la denuncia hablé con la directora de la escuela y le dije que no estaban viendo el contexto de dónde vivía el pibe, les advertía que estaban equivocando el diagnóstico. Me involucré porque era amigo del abuelo del niño, ambos pasaban mucho tiempo juntos. Un día llegué a la casa del abuelo y lo vi llorando porque les habían puesto una denuncia en su contra. Pongo las manos en el fuego”.

“Este chico está influenciado por la madre, en la última pericia él pidió Camara Gesell, le dijeron que la solicite como si fuera una estrategia. Tiene recuerdos impostados, lo que se llama realidad psíquica, llega un momento en el que el menor pone todo en una misma bolsa. Jamás lo vi al chico con marcas en el cuerpo, sus abuelos se dedicaban como nadie, mientras la madre dormía. Ella fue una gran manipuladora, incluso desde antes que nazca el nene. En un pasillo que da al negocio me solía reunir a tomar mates con los abuelos del chico, él me veía traía una hoja para dibujar. La mamá es muy manipuladora”, consideró Lucarelli, con voz firme.

Consultado respecto de por qué cree que se generó esta situación, el docente apuntó: “Cinco o seis mentiras no hacen una verdad. Es un nene que fue sexualizado con una de las parejas de la mamá, él ha visto cosas por convivir en la misma habitación. Se lo vio corriendo desnudo por la calle y una vecina lo rescató que, cuando lo devolvió al domicilio se encontró con la mamá borracha. Ella atacó a todos los amigos de su padre, con la promesa de dejarlo solo, algunos se apartaron y yo no quise abandonarlo en una situación así. Me duele porque 40 años de mi carrera se derrumban por cuatro frases”.

“En algún momento, el chico va a hacer un click y ahí habrá que cuidarlo porque ya ha habido casos. Cualquiera que conozca a la mamá entendería lo manipuladora que es. Lo único que vi de estos abuelos son actos de amor para con su nieto, se encargaban de todo, de llevarlo al jardín pese a que la mamá vivía a dos cuadras del establecimiento y se quedaba durmiendo. Cuando me acusaron, a mi amigo le pregunté si algo de todo lo que se denunciaba había pasado y me dijo que nada había ocurrido. No descarto que el nene haya sido abusado, pero nunca estuve presente en un episodio así”, refirió.

Luego, continuó con su defensa: “Hubo cuatro allanamientos y nunca se encontró nada. Dentro de las dos acusaciones que hacen nombran a un amigo del abuelo que falleció cuando el nene tenía once meses. La otra abuela por parte del padre del nene es la que denunció lo de las moneditas de chocolate para que no cuente nada. Me mantiene tranquilo el hecho de que tengo una familia y debo salir adelante, una reputación que debo cuidar porque sino hubiese hecho cualquier barbaridad. Tengo una trayectoria con un montón de alumnos”.

“Hay cosas en la causa que no puedo leer, te revuelven el estómago, todo gira en torno a la mamá del chico. Pidió una restricción de acercamiento y lo único que hice fue comunicarme mediante carta documento. En 2018 interné a mi esposa por un tumor cerebral y ese mismo día sale un artículo sobre esta denuncia. A la semana se publica una nota sobre mis 37 años de docente. Ella me acusó de que me apuraba para jubilarme, algo que es imposible porque eso no se determina de un día para el otro. A los 26 días falleció mi señora y pidió una restricción de domicilio porque supuestamente se había suicidado. Otra mentira más”, exclamó Lucarelli.

Y contó una situación puntual: “Esta mujer me debe dinero porque se fue sin pagar un alquiler y tuve que asumir el compromiso de los pagarés porque salí como garantía. Es una manipuladora, muchas de sus conductas son de libro. En mi caso, la Justicia se ha equivocado. El día que me allanaron la casa con mi familia adentro quise declarar al día siguiente y no me lo permitieron. Siempre quise decir mi verdad. Todo esto que se ha armado es terrible, me extrañó que algo así haya llegado a juicio. La de esta mujer es una mente enferma que está haciendo mucho daño. Lo único que hizo fue fijar una mentira como una verdad”.

“Llevo siete años esperando, se acerca el juicio y espero que la semana que viene no haya condena contra los abuelos. Para mi hubo una sexualización del chico por sus actitudes y hay relatos que dan cuenta de que se ha bajado sus pantalones y le ha pedido a una amiga de la mamá que le practique sexo oral. Caí por ser amigo del abuelo del niño y que, al acusarme, no pueda declarar como testigo. Soy inocente, esta es una aberración, con 40 años de lucha por la gente con discapacidad y me están ensuciando”, estableció Lucarelli.

Al cierre, adelantó que “seguiré trabajando, mi enseñanza es ser solidario y mis hijas me han acompañado siempre junto al resto de la familia. Saben qué clase de persona soy, tuve que soportar todo esto y te da bronca. He tenido un montón de adhesiones por parte de padres y alumnos, son cosas que uno va recogiendo en la vida. Eso me deja tranquilo, más allá del dolor de verme escrachado. Intento ser tolerante y no enojarme porque se me exhibe el rostro cuando un ladrón aparece de espaldas, pero entiendo lo que es la difusión. Espero que esto sirva para que no haya más abuso de menores y se tenga en cuenta que la gente miente”.

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