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PROHIBIDO OLVIDAR

A nueve años de uno de los casos judiciales más aberrantes

Por Augusto Meyer / Redacción de La Brújula 24

La historia bahiense de hechos policiales y judiciales está plagada de casos donde resulta imposible entender el grado de salvajismo que puede tener un ser humano.

El 30 de noviembre de 2012, la comunidad bahiense reaccionó con espanto a un hecho por el que, podemos decir, se hizo justicia.

Una beba de 18 meses fue violada y arrojada debajo de un camión repartidor de soda, en el barrio Stella Maris. Los autores de semejante atrocidad trataron así de borrar las huellas del abuso a la menor.

Una señal salvadora

El azar, un dios o una señal mágica hicieron que el chofer del transporte se diera cuenta que había una niña debajo de una rueda, y no movió un centímetro el camión.

La nena fue llevada al Hospital Penna, donde sus padres y otros familiares aseguraron que había sufrido un accidente.

Los médicos no cayeron en el engaño y descubrieron que la paciente había sido ferozmente violada, dando parte de ello a las autoridades policiales.

La trama siniestra había quedado al desnudo y merecía el mayor castigo judicial posible.

El fallo por el salvaje ataque

Hace poco menos de 8 años, el Tribunal Criminal Nº 3 condenó a 30 años de prisión a Juan Pablo Rodríguez, el padrastro de la nena y responsable del salvaje ataque.

En el mismo fallo fueron absueltos Joel Rodríguez y Esteban Rojas, hermano y amigo del sentenciado, respectivamente.

Días antes, al pronunciar su alegato el fiscal Mauricio Del Cero pidió 40 años de cárcel para los tres procesados.

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