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Nachos caseros: receta fácil para preparar en minutos

¿Quién se puede contener con un bol de nachos o tortillitas enfrente? Crujientes e irresistibles, te invitan a degustarlos acompañados de alguna salsa fresca y natural. Sobre todo en las épocas de más calor.

Estos trozos de tortilla fritos o tostados son muy sencillos de preparar y tranquilamente se pueden hacer en casa. No te llevará más de 20 minutos y tu familia o invitados van a estar encantados.

Los nachos, por lo general, tienen forma es triangular y varían en tamaño, suelen consumirse en compañía de frijoles, salsas, guacamole o quesos untables. Son ideales para un picoteo informal o para acompañar una cena diferente.

¿Qué ingredientes llevan los nachos caseros?

Para preparar estas deliciosas y crujientes masitas vas a necesitar:

  • 125 gramos de harina de maíz, conocida como polenta, o usar la harina fina de maíz.
  • 250 gramos de harina común, es decir que no sea leudante.
  • 4 cucharadas de aceite.
  • 1 pizca de sal.
  • 50 gramos de queso rallado.
  • Cantidad necesarioa de agua caliente.
  • 1 cucharadita de pimentón.
  • 1 cucharadita de ajo en polvo.
  • 1 cucharadita de cebolla en polvo.

¿Cómo prepararlos?

Luego de que tengas ya los ingredientes dispuestos, tenés que seguir el siguiente paso a paso para que tus nachos salgan deliciosos:

  1. Si en casa tenés polienta y no harina fina de maíz, tenés que ponerla en la procesadora durante unos minutos para que te quede bien, bien fina, como si fuera una harina. Si queda poco procesada, los nachos no tendrán una textura tan agradable al paladar. Si, en cambio, tenés harina fina de maíz, pasá directamente al segundo paso.
  2. Es el momento de mezclar todos los ingredientes. La forma ideal de hacerlo en en un bol grande y con la mano. Así notarás que la textura quede suave, homogénea y unida. No te preocupes por el orden de los ingredientes. Podés ponerlos cómo quieras. Mientras mezclás, agregá el agua caliente hasta obtener una pasta integrada, pero no dura…
  3. Dejar la reposar la masa durante 10 minutos, en lo posible envuenta en un film en la heladera.
  4. Sacar de la heladera y estirar la masa bien finita. Se puede hacer entre dos papeles films para evitar que se pegue.
  5. Cortar los triangulitos del tamaño que te guste.
  6. Freír en aceite bien caliente.

Cuando ya están cocinados, doraditos y crujientes, los retiramos y los colocamos sobre papel absorbente para que eliminen el exceso de aceite. Mientras están calentitos, les podés poner un poco de queso en polvo o pimentón para darles mayor sabor.

También podés preparar una deliciosa salsa de guacamole para acompañarlos o simplemente mojarlos en cualquier queso que tengas en casa.

Un secreto de esta receta es que también los podés preparar al horno si querés que absorban menos aceite. Verás que tienen un sabor impresionante.

Fuente: Crónica

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