El hecho ocurrió durante un evento con estudiantes a fines de febrero, pero las polémicas imágenes se viralizaron este fin de semana.
El chico tiene diez años y estaba a unos 20 metros de profundidad. En el lugar trabajó personal de bomberos, policía y enfermeros.
Pasó a sala intermedia y pudieron quitarle el respirador artificial. “Aún le queda un largo camino para recuperarse de las lesiones”, aseguraron en el Penna.
La rapidez de su madre para llevarlo a un hospital y el trabajo de los médicos fueron cruciales para salvarlo.