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lo dicen los expertos

Alerta por una nueva adicción que “explotó” entre las nenas y adolescentes

Advierten sobre los riesgos para la salud dermatológica.

La creciente preocupación por la cosmeticorexia, definida como la obsesión por la perfección estética y el uso excesivo de productos cosméticos, está generando alarma entre las autoridades educativas en Argentina. Según la Asociación de Institutos de Enseñanza Privada de Buenos Aires (Aiepba), esta tendencia “explotó” entre niñas y adolescentes, convirtiéndose en una nueva adicción que preocupa tanto en el ámbito educativo como en el de la salud.

Los expertos coinciden en que las redes sociales, con su constante bombardeo de contenido sobre cuidado estético, juegan un papel crucial en la exacerbación de esta problemática. La aspiración por alcanzar la perfección estética de los influencers favoritos se convierte en una necesidad que los y las adolescentes buscan satisfacer a cualquier costo. Incluso en la primera infancia se observan signos preocupantes, como festejos de spa para niñas de 4 o 5 años, que aunque recreativos, fomentan una excesiva preocupación por lo estético desde edades muy tempranas.

Esta búsqueda obsesiva de la perfección estética se manifiesta en el consumo desmedido de productos de belleza por parte de estudiantes, desde simples rutinas de skincare hasta procedimientos más invasivos como inyecciones de ácido hialurónico o cirugías estéticas. Los dermatólogos advierten sobre los riesgos para la salud dermatológica, que van desde irritaciones y alergias hasta quemaduras e incluso secuelas irreversibles en la piel.

La preocupación por la cosmeticorexia también se refleja en las aulas, donde niñas asisten a la escuela con arqueador de pestañas o uñas postizas, mientras que los varones muestran una obsesión por el cuidado del cabello con cortes y tinturas cada vez más frecuentes. Incluso niños de tan solo 7 u 8 años muestran interés por productos cosméticos y tratamientos inapropiados para su edad, lo que refleja una necesidad artificialmente creada por la presión de las redes sociales.

La dermatóloga María Dolores Salduna señala que la piel de niños y niñas aún no está preparada para ciertos tratamientos agresivos, lo que puede causar daños irreparables. Además, el uso de productos de maquillaje no regulados puede llevar a alergias e incluso infecciones en las uñas, siendo especialmente peligrosos para una piel aún inmadura.

Una tendencia preocupante adicional es el uso de tatuajes de henna negro en la primaria y secundaria, que pueden causar alergias a sustancias utilizadas en tinturas, limitando las opciones de cuidado estético en el futuro. Estos riesgos no solo afectan la salud física, sino que también tienen un impacto en la salud emocional y psicológica de los niños y adolescentes, generando percepciones distorsionadas de la realidad y problemas de autoestima, ansiedad y depresión.

El psicólogo Sebastián Ibarzábal destaca la importancia de establecer límites saludables en relación con las expectativas estéticas y el uso de prácticas cosméticas. Advierte que estas conductas pueden generar ideales de belleza inalcanzables y problemas emocionales a largo plazo. Los niños, vulnerables a la exposición constante en las redes sociales, corren el riesgo de desarrollar conductas autolesivas y depresión, lo que plantea interrogantes sobre los impactos futuros de esta obsesión por la perfección estética.

Con información de Clarín

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